- Leer es un placer, hasta que encuentras un libro indescifrable.
- Con ayuda es posible afrontar las lecturas más complejas.
Leer es una de las actividades más placenteras y enriquecedoras que existen. Los libros son una ventana abierta al mundo y a otras épocas, nos transportan a lugares y situaciones únicas e inimaginables y se convierten en un elemento central de información y conocimiento para cualquiera dispuesto a darles una oportunidad frente al resto de formas de entretenimiento de nuestros días, que son muchas y además difíciles de enfrentar. Pero seamos francos, no todos los libros y autores están hechos para todos los públicos. ¿Quién no se ha visto sobrepasado por una prosa compleja, ideas etéreas o difusas o un lenguaje propio de otros tiempos de difícil comprensión en nuestros días?
Probablemente tu primer pensamiento en estos casos es relegar el libro, dejarlo en la mesilla de noche “hasta mañana” o directamente apartarlo de la vista y esconderlo para siempre. La solución más fácil para mentes con pocas ganas de trabajar y la forma más estúpida y superficial de dar la espalda a obras de gran calidad, cuando no directamente clásicos imprescindibles o libros que contienen textos de indudable calidad y utilidad para un aficionado a la Literatura. En la medida de lo posible debemos evitar que barreras de entrada como estas nos alejen del conocimiento, y para eso existe solución más allá de la tediosa relectura infinita de algo que nunca vas a entender.
Gracias a Internet y las posibilidades que ofrece esto no tiene por qué suceder. Existen plataformas online especializadas que te ayudarán a aprender literatura desde todas las perspectivas posibles, con personas formadas y especialistas que te ayudarán a profundizar en la interpretación de textos e ideas, a encontrar explicación de la terminología usada o a contextualizar los pasajes en su lugar y tiempo justo. De forma ocasional o continuada en el tiempo, de forma desinteresada o a cambio de alguna contraprestación.
La red es el lugar ideal para encontrar un profesor particular de lecturas que te evite esa sensación anodina y de desasosiego que le invade a uno cuanto se lanza a leer el Ulises de James Joyce, Rayuela de Julio Cortázar o Crimen y Castigo de Dostoievski. Busca el mejor tutor posible, lee con fruición y ¡pregunta sin dudar! Hablamos de personas que están ahí precisamente para ayudar, así que puedes guardar en el armario tus miedos y fobias y abrirte de par en par al conocimiento. Ningún libro u obra está vetada, y aunque creas que algo no está hecho para ti, lo más seguro es que te equivoques y que detrás de ese error pierdas la maravillosa oportunidad de conocer mejor verdaderas obras de arte de nuestro tiempo presentadas a través de las letras.
Posiblemente por el camino descubrirás a otros lectores con tus mismos gustos, intereses y dudas, podrás participar en mesas de debate e incluso servir a otros que como tú llegaron en busca de respuestas. Que un gran libro, por difícil de leer que sea, no se interponga entre tú y la pasión por la lectura.