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Jack el destripador influyó en Drácula y otros datos curiosos de este clásico del terror

AutorAlfredo Álamo el 3 de diciembre de 2019 en Divulgación
  • La obra de Stoker es un crisol de historias entrecruzadas.
  • Su origen está en una terrible pesadilla que azotó al autor irlandés.

Castillo con murciélagos.

Drácula es uno de los libros más famosos de la historia de la literatura y un clásico del terror. Adaptado al cine, la televisión y el teatro, todo el mundo conoce la terrible historia del monstruo condenado a vivir de la sangre de los demás y su obsesión por el amor perdido. Pero alrededor de esta gran historia podemos encontrar numerosas curiosidades que le dan una dimensión antes desconocida.

El origen de Drácula está, casi con toda probabilidad, en una pesadilla que sufrió Bram Stoker, en la que vio cómo un rey vampiro se alzaba de la tumba. Si bien en principio quiso escribir un cuento sobre el tema, nunca lo hizo. Sin embargo, en sus escritos se nombra esta pesadilla en varias ocasiones, así que es probable que el germen de Drácula estuviera allí, en una oscura y terrible noche victoriana.

El horror, el verdadero horror, golpeó a Londres con fuerza en 1888. Los crímenes de Jack el Destripador obsesionaron a la sociedad británica, y Stoker no fue una excepción. El ambiente oscuro y terrible vivido se coló en la narración de Drácula, como así lo reconoce el propio autor en la versión islandesa de la novela. Hasta qué punto el Destripador influyó en Drácula quedará siempre en el misterio.

Pero no sólo el Destripador fue una influencia a la hora de crear al malvado Drácula. Stoker pudo usar la figura de su jefe durante 30 años, Henry Irving, un aclamado actor shakespeariano y dueño del Lyceum Theatre de Londres. Irving era un personaje carismático, elegante y capaz de deslumbrar a todo el mundo con sus modales aristocráticos. También era un explotador y un egoísta, conocido por destruir la vida de muchos a su alrededor. De hecho, a Irving no le gustó nada Drácula.

Stoker nunca viajó a Transilvania, sino que basó sus escritos en una escrupulosa documentación que sacó de numerosos libros de viajes. Consiguió numerosos detalles que hacían muy creíble la narración, como horarios de trenes, comidas típicas y nombres de hoteles y pensiones. Sin embargo, la gran descripción del castillo de Drácula se corresponde a uno escocés, el Slain Castle, cerca de donde Stoker pasó muchos veranos durante su juventud.

Nosferatu se estrenó en 1922, adaptando de manera completamente pirata la historia de Drácula. De hecho, cambiaron los nombres para poder esquivar los derechos de autor, algo que no se les salió del todo bien. La viuda de Stoker demandó en Alemania a los autores, pidiendo que se destruyeran todas las copias de la película. La justicia le dio la razón, pero una de las copias sobrevivió a la destrucción.

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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