- Un algoritmo ha analizado nuestra evolución sentimental.
- Ha estudiado millones de libros publicados desde el siglo XIX.
La felicidad es un concepto abstracto. Es difícil calcular su cantidad, su persistencia o su razón, pero un grupo de investigadores ha tratado de analizar si, en general, gran parte del mundo occidental es más feliz ahora que hace 200 años. Para eso, han alimentado un complejo algoritmo de análisis semántico que ha estudiado millones de libros aparecidos entre 1820 y 2009, en países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e Italia.
De hecho, existen informes sobre la felicidad mundial, que son publicados cada año por la OCDE y la ONU, pero, aunque pueden ser herramientas interesantes para hacernos una idea de cómo va el mundo, no nos pueden decir cómo entendía su felicidad la gente de hace décadas.
Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Human Behaviourtrata de solucionar esto. Han utilizado la gigantesca base de datos de Google Books, con nada menos que ocho millones de ejemplares, además de numerosos periódicos y revistas. Está claro que no lo han hecho a mano, sino que han recurrido a un algoritmo capaz de medir los sentimientos positivos o negativos a partir de las palabras usadas.
Este análisis no surge de la nada, ya que existen bases de datos que enlazan las palabras con los sentimientos y cómo nos hacen sentir. De hecho, la elección de los países del estudio viene dada por la existencia de esta información. Cada palabra tiene un valor, positivo o negativo.
A partir de aquí, el algoritmo determina cuántas veces aparecen las palabras en los textos publicados cada año en los países de estudio. A partir de ahí, afirman que se puede saber la cantidad de bienestar que se estaba experimentando en un determinado tiempo y lugar.
Además, pueden trazar la relación entre estos índices y la situación histórica que se estuviera viviendo en el momento, como guerras, crisis de la bolsa o crecimiento económico, para tratar de averiguar qué tipo de sucesos afecta más a la felicidad de las personas.
Han llegado a algunas conclusiones interesantes, como que una subida prolongada de los sueldos aumenta la felicidad, pero hace falta una subida importante para que haya un efecto notable a nivel nacional. También influye el aumento de la longevidad y el tiempo que se pasa sin conflictos armados.
Pero ¿somos más felices que hace 200 años? La respuesta según este estudio cambia por países. Mientras que Estados Unidos plantea una leve subida tras un final de siglo XX cuesta abajo, Reino Unido aparece menos feliz que a finales del siglo XIX.
Alemania también parece menos feliz que en 1820, aunque se mantiene estable desde hace décadas, e Italia, que parecía que iba a entrar en el siglo XXI mucho más feliz, experimentó una caída tremenda durante la última crisis económica.
¿Es el estudio semántico de sentimientos fiable? Bueno, hay que tener en cuenta que la gente que escribía en el siglo XIX era, en una gran parte, gente de cierto nivel adquisitivo y social, campo que se va ampliando a medida que se democratiza la cultura. A menos que el algoritmo sea capaz de compensar ese cambio, es normal encontrar esta aparente caída de la felicidad de los últimos 200 años.
Vía: Vox