- Esta reunión literaria es el encuentro ideal de autores y fans.
- Ha convertido a Avilés en un lugar ineludible para aficionados.
La mayoría de festivales de literatura basan su fuerza en la ciudad donde se celebran, por lo que no es de extrañar que surjan como setas en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Son festivales bien montados nutridos de una importante población, donde no es difícil encontrar seguidores de la literatura interesados en actividades culturales. Pero ¿hacer de Avilés una de las capitales del fantástico europeo? Eso sí que es todo un reto.
El festival Celsius 232 nació de una necesidad: la visita de George R. R. Martin hace 8 años a España, que se quedaba coja por problemas con la organización de la Semana Negra. Se montó una reunión de urgencia a pocos kilómetros, en Avilés. Se conjuraron los fans y el resultado fue todo un éxito. ¿Y ahora? Ahora ese éxito se ha multiplicado.
La fórmula parece sencilla, pero es difícil de repetir. Es una mezcla de cercanía entre organización, autores y fans con un respeto autoimpuesto. Los autores, muchos de ellos verdaderas estrellas internacionales, aguantan largas colas de firmas, se hacen cientos de fotos, conceden entrevistas a fanzines y blogueros, justo antes de entrar en una sidrería a comerse un cachopo.
Avilés se llena durante cuatro días de decenas de escritores, famosos o sencillamente conocidos, que acuden al encuentro de miles de lectores que están deseando conocerlos, o incluso descubrirlos. Las cifras de ventas en los puestos callejeros son mejores que en una feria del libro. Las cervezas y las fabadas en los bares cercanos al festival se multiplican por cien.
La edición de 2019 ha sido especialmente fuerte. La llegada de Brandon Sanderson, uno de los autores de literatura fantástica más conocidos del momento, ha arrastrado a centenares de fans que hicieron colas de más de dos horas para conseguir una firma. Junto a él, otros nombres importantes: Joe Abercrombie, Kameron Hurley, John Connolly, Tade Thompson, Anna Starobinets, Ian McDonald o Johana Sinisalo.
¿Y españoles? Otra armada compuesta por José Antonio Cotrina, Gabriella Campbell, Carlos Sisí, Guillem López, Jesús Cañadas, Sofía Rhei, Jon Bilbao, Miriam Jiménez, César Mallorquí, Rosa Montero, Ismael Martínez Biurrun… y así hasta casi 80 autores, muchos de los cuales acudían en parte para la promoción y en parte para disfrutar de un ambiente de amor a los libros y a la gastronomía.
Tras cuatro días en el festival, uno se queda atrapado en un vértigo de presentaciones, charlas, mesas redondas, pero también de encuentros inesperados y tertulias improvisadas en las terrazas que rodean la sede del festival. Al caer la noche se celebran fiestas, cine al aire libre, convirtiendo a Avilés durante unos días en una capital cultural de primer orden, gobernada por la amistad y la cercanía entre autores y lectores.
Ya se ha anunciado que habrá festival Celsius 232 para 2020, con la presencia de otro grande de la ciencia ficción, aunque no exento de cierta polémica, Orson Scott Card, el autor de El juego de Ender. También han confirmado Aleister Reynolds y, de nuevo, a Joe Abercrombie, que parece abonado al festival.
Esperemos que el año que viene, la organización pueda corregir el único fallo que podemos encontrar en el certamen: la afluencia de participantes está desbordando las instalaciones. Sería una pena morir de éxito.
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.