- Interesante historia que mezcla intriga psicológica y literatura fantástica.
- Consolida a su autor como uno de los más interesantes del género.
Arañas de Marte es una de las últimas novelas de Guillem López y la primera que publica con la prestigiosa editorial Valdemar, lo que, ya de por sí, obliga prácticamente a una lectura atenta. El autor de Castellón presenta, tras Challenger y La polilla en la casa del humo, un pulso a la realidad con esta perturbadora novela.
La historia comienza con un momento desgarrador, Hanne y Arnau se enfrentan al primer aniversario de la muerte de su hijo. Siguiendo la recomendación del terapeuta deben celebrarlo rodeados de amigos, pero la depresión de Hanne se agudiza. Para ella, incapaz de asumir el peso de la realidad, esta se fragmenta; o quizás en su dolor, consigue percibir el mundo como es.
En la mente de Hanne, los recuerdos de su adolescencia, su viaje al pasado, se mezclan con varios presentes posibles y con varios futuros realizables; el terror a la locura con el miedo a los seres del espacio y con el horror de la pérdida del hijo. Es la historia que leemos como una novelita pulp.
En este viaje a la mente, perturbada, de Hanne tenemos de guía a un narrador que relata lo que Hanne ve y cree, de forma que la extrañeza de ella la hace nuestra, compartimos sus miedos, porque sabemos lo mismo que ella, nos enfrentamos al miedo a la locura o, lo que sería peor, a que esa realidad fragmentada hecha y deshecha de pasados posibles no esté solo en la mente de Hanne. Desaparecida la realidad objetiva hay muy poco a lo que aferrarse, porque cualquier camino es posible, si tu perturbada mente es capaz de asimilarlo.
Arañas de Marte no es una novela fácil, pero sí fascinante, de las que saboreas los párrafos y, de tener esa horrible costumbre, subrayar frases enteras. Por cierto, atención a las citas antes de los capítulos, pocas veces he visto citas tan bien elegidas.
Guillem López está consiguiendo algo muy complicado como escritor: hacer reconocibles sus obras por diferentes que sean. Un estilo cuidado, también en la evolución de la historia: cada cosa está contada en el momento oportuno para crear el efecto (o romper la baraja), para dotar del significado preciso a la historia.
En resumen, un libro para leer con calma, aunque se hace adictivo por lo atractivo y complejo de la trama; si no podéis parar de leer os aconsejo releerlo al poco tiempo, al fin y al cabo, siempre es un placer leer buenos libros.
Guillem López
Arañas de Marte