- Llegó a ser la segunda más importante de Europa.
- Fue creada por el rey Matías I de Hungría.
Durante el Renacimiento hubo un florecimiento en Europa de las artes y las ciencias, recuperando la pasión y fascinación por el conocimiento de la época clásica, aunque quizá muchos dirán que fue una maniobra de las clases dirigentes para diferenciarse de sus precursores y perpetuarse como grandes mecenas a los ojos de sus súbditos. En cualquier caso, esta nueva situación llevó a la creación de grandes bibliotecas como la fundada por el rey Matías I de Hungría, la Biblioteca Corviniana… una de las más grandes de su época y que, por desgracia, desapareció.
El rey Matías I fue uno de los más poderosos de su época, entre 1458 y 1490, creador de una de las épocas doradas de Hungría. Al igual que otros de sus contemporáneos, el rey decidió construir una notable biblioteca, por lo que mandó a sus estudiosos que comenzaran a coleccionar libros de incalculable valor, allá donde los encontraran.
Se calcula que, tras la muerte del rey, en 1490, la Biblioteca Corviniana albergaba más de 3.000 códices, que contenían más de 5.000 textos de gran importancia. Se dice que poseía cientos de textos clásicos de época griega y latina, y que los trabajos contemporáneos que contenía representaban las últimas tendencias en filosofía, ciencia, teología, leyes, geografía, medicina y arquitectura del Renacimiento.
En su momento, esta biblioteca se convirtió en una de las más grandes de toda Europa, superada solo por la Biblioteca del Vaticano, que en aquella época era imbatible. Eso sí, en algunos temas llegó a ser la primera, como, por ejemplo, en el apartado de textos científicos. Además, sirvió de inspiración para la creación de otras colecciones, como la de los Médici en Florencia.
Por desgracia, tras la muerte del rey Matías se abatió un periodo de luchas y conflictos en Hungría que acabó con la invasión turca del reino en el siglo XVI. La Biblioteca Corviniana fue saqueada y muchos de sus códices reducidos a cenizas. Solo 216 de los miles de libros llegaron a sobrevivir este terrible suceso.
Hoy día, la Biblioteca Nacional de Hungría trabaja digitalizando los libros que se han logrado recuperar, para ponerlos a disposición de todo el mundo a través de Internet. Entre ellos habría que destacar algunos como el Constantine Porphyrogennetos, un testimonio único para conocer los usos y costumbres del Imperio Bizantino.