- La Biblioteca Ritman es famosa por sus libros únicos.
- Brown visitó la biblioteca en numerosas ocasiones.
Siempre hemos defendido el valor de las bibliotecas, sobre todo si son públicas, pero en ocasiones hay que destacar colecciones singulares que se han especializado en un tipo de libros, o de conocimiento, muy particular. Ese es el caso de la Biblioteca Ritman, situada en Ámsterdam, también conocida como la Biblioteca Philosophica Hermetica o la Casa de los Libros Vivientes.
Esta biblioteca contiene más de 20.000 libros sobre astrología, magia, alquimia o teosofía, muchos de ellos anteriores al siglo XX, y que suponen una recopilación inigualable de la visión mágica de la realidad que se mantenía al margen -aunque en ocasiones entremezclándose- de la ciencia.
Dan Brown visitó la Biblioteca Ritman en varias ocasiones mientras escribía libros como Inferno o El símbolo perdido, en busca tanto de documentación como de inspiración. En la biblioteca hay algunos verdaderos tesoros, muchos de ellos hermosamente ilustrados, como por ejemplo el Corpus Hermeticum (1472), el Spaccio de la bestia trionfante, de Giordano Bruno (1584), o la primera versión impresa de el árbol de la vida, representación de las sefirot en la Kabbalah (1516).
Pues bien, Brown ha decidido devolver parte de lo que recibió en la biblioteca, donando nada más y nada menos que 300.000 dólares para un ambicioso proyecto que permitirá a la biblioteca digitalizar la mayoría de sus fondos y ponerlos a disposición de todos los interesados en descubrir los secretos y misterios que asombraron al mundo durante siglos.
Dada la naturaleza de algunos de los libros, auténticos incunables, el proceso de digitalización no es sencillo y necesita de protocolos especiales, de ahí que la generosa donación de Brown les permita llevarlo a cabo sin más problemas. En un primer momento se subirán a la red más de 3.500 volúmenes.
La gente de la Biblioteca Ritman ya ha abierto un apartado en su web, The Hermetically Open Proyect, y, según ellos, «es una invitación a cualquiera que desee consultar o estudiar fuentes pertenecientes al campo de la gnosis cristiana-hermética para propósitos personales, académicos o de cualquier otra índole».
La iniciativa de Brown es un ejemplo más de amor por las bibliotecas, devolviendo así parte de lo recibido gracias a la generosidad del centro. Es un ejemplo de cómo hay un legado cultural que debe ser mantenido, no sólo por parte del estado, sino por parte de todos aquellos que puedan dar un paso adelante y aportar su granito de arena.
Vía: Open Culture
Dan Brown