- El autor de American Gods ofrece su experiencia.
- Más trabajo y menos glamour, parece ser su receta.
Neil Gaiman es uno de los autores de literatura fantástica más conocidos del mundo. Se ha adaptado perfectamente a los tiempos de las redes sociales y sus seguidores en Twitter se cuentan por millones. La reciente adaptación de American Gods no ha hecho más que reforzar su posición y, en breve, podremos ver otra serie más, Buenos presagios, inspirada en la novela que escribió con el gran Terry Pratchett. Por eso es interesante conocer su perspectiva sobre el trabajo diario del escritor y cómo no es tan glamuroso como mucha gente piensa.
Gaiman ha hablado de la labor del escritor para el podcast The Nerdist, de donde podemos extraer estos consejos:
Si solo vas a escribir cuando estás inspirado, podrás convertirte en un poeta decente, pero nunca serás un novelista, porque si vas a tener que cumplir con tu cuota diaria de palabras, y esas palabras no te van a esperar, estés inspirado o no. Así que tienes que escribir, inspirado o no… y la cosa más rara es que seis meses más tarde, o un año después, vas a mirar atrás y no vas a recordar qué escenas escribiste cuando estabas inspirado y cuáles lo hiciste porque tenías que terminarlas.
El proceso de escritura puede ser mágico. Hay veces en las que cruzas la ventana de un primer piso y, sencillamente, caminas sobre el aire, y sientes una total y absoluta felicidad. En realidad, escribir es el proceso de poner una palabra detrás de otra.
Tienes que terminar cosas. Ahí es cuando aprendes, aprendes terminando cosas.
Si te gusta la fantasía y quieres ser el siguiente Tolkien, no leas grandes fantasías tolkienitas. Tolkien no las leía, él leía libros de filología finlandesa. Sal fuera de tu zona de confort, lee y aprende.
Cuenta tu historia. No intentes contar las historias que otros pueden contar, porque como un escritor principiante, siempre empiezas con las voces de otras personas. Pero, en cuanto puedas, empieza a contar las historias que solo tú puedes contar. Porque siempre habrá mejores escritores que tú, siempre habrá escritores más listos que tú… pero tú eres el único tú que existe.
Vía: Brain Pickings
Neil Gaiman