- La conocida autora estadounidense falleció hace pocos días.
- Fue la creadora de la detective Kinsey Millhone.
Sue Grafton vivió la literatura de misterio desde la infancia, ya que su padre C. W. Grafton también se dedicó a la escritura de novela detectivesca. Dio sus primeros pasos en el mundo de la televisión, donde destacó como guionista, pero dado el éxito de su primera novela, A de adulterio, decidió dedicarse por completo a la literatura, en una larga y ejemplar carrera.
Sin duda, su serie más conocida y celebrada es la del alfabeto del crimen. Decidió titular sus novelas protagonizadas por Kinsey Millhone siguiendo el orden de las letras del alfabeto, una idea que era parecida a la de otros autores de género negro que buscaban una marca significativa, como John McDonald con los colores o Harry Kemelman con los días de la semana.
De tal manera, con el gran éxito de A de adulterio pronto llegó B de bestias, C de cadáver… y así a lo largo de 25 magníficas novelas. La desgracia y el tiempo han jugado en contra de Grafton, ya que la muerte le ha llegado tras publicar en 2017 Y is for Yesterday, quedándole pendiente una sola letra, la Z, para terminar el alfabeto del crimen al completo.
Pero más allá de la anécdota de que le haya quedado la novela de la Z, lo cierto es que la serie de Grafton es un ejemplo de cómo plantear un personaje y su entorno a largo plazo desde un principio, logrando un entorno controlado y muy bien pensado para que el lector encuentre siempre el mismo ambiente, pese a los años transcurridos.
Y es que Kinsey Millhone, creada en 1984, es una de las primeras detectives de gran fuerza con una personalidad alejada de las investigadoras algo pijillas y diletantes que estaban de moda en la época gracias a los superventas de Mary Higgins Clark. Millhone era independiente, peculiar, desordenada y segura de sí misma.
La idea de Grafton se desarrolló durante más de 30 años, pero en el universo peculiar de Millhone apenas pasó el tiempo, desarrollando un mundo anclado en los años 80 y 90, sin caer en la tentación de hacer crecer y envejecer al personaje en el mundo actual. Sin duda, las novelas del alfabeto del crimen son ideales hacer un maratón de lectura, empezando por la A y acabar, meses después, por la Y. Lástima de Z.
Fotografía de Mark Coggins con licencia CC BY 2.0
Sue Grafton