- La Valencia de la burbuja inmobiliaria y el blanqueo de capitales en los paraísos fiscales caribeños son los escenarios en los que transcurre la acción
No se puede negar que la Valencia de comienzos del siglo XXI genera admiración, no necesariamente positiva, a nivel social y político. Sus gestores de entonces se encargaron de presentarla como, podríamos decir, un milagro económico. Milagro sostenido en el ladrillo en el que había dinero de sobra para que los políticos se embarcasen en ideas faraónicas que pretendían proyectar una imagen de vanguardia y modernidad que atrajesen una mirada planetaria. Se discute si la corrupción adquiere legitimidad en tanto que sin ella no podríamos admirar la mayoría de las grandes obras de la Humanidad, no habría catedrales ni palacios; y con la perspectiva que otorga el paso de los años ya sabemos cómo terminó todo aquello: tramas de corrupción política inmersas en causas judiciales, muchos de cuyos miembros fueron defendidos ante los Tribunales por un prestigioso abogado penalista que, en la novela, se llama Wallí Ibáñez.
“Ese otro que hay en ti”, de Juan Ballester (Valencia, 1959), es una novela negra que parte del abuso que se comete de un cadáver en el Instituto de Medicina Legal, siendo el principal sospechoso un médico forense, el doctor Barceló. La mencionada investigación estará dirigida por Ibáñez, que combina la cacería del forense con varios viajes al Caribe durante los años 2004-2006 para blanquear el dinero sucio de sus clientes.
Esos viajes los realiza con Carlota, una secretaria de dirección que antes fue prostituta de alto standing con la que emprende una relación sentimental. Y mientras utilizan distintos métodos para el lavado industrial de divisas, también se convierten en una fuente de revelaciones inenarrables de las perversiones sexuales que experimentó en su descenso a los tártaros de la perdición.
La paralización de Carlota ante cualquier acercamiento de su jefe cuando pretende atravesar el terreno laboral y penetrar en el de los sentimientos, provoca situaciones verdaderamente descabelladas, pues mientras ella juguetea incluso con sus lados masculino y femenino, algún obstáculo -que aún no se revela-, impide que su relación pueda alcanzar la plenitud sexual.
En la penúltima esfera del cielo de La Divina comedia de Dante, se nos somete a un juicio final en el que nos examinan del amor. La pregunta última para que te den posada es la de si has amado en esta vida real y profundamente: y esta desconcertante novela trata de que averigüemos hasta dónde el amor espiritual, incluso desgarrado de la carne, puede abrirse paso en una selva llena de dificultades.
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Lector empedernido desde que con 7 años recién cumplidos cayese en mis manos Ulises de Joyce. No hay libro ni género literario al que le diga que no porque hasta del peor escritor se puede aprender algo.