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No, Manuel Bartual no ha inventado la tuiteratura. Pero da igual

AutorAlfredo Álamo el 28 de agosto de 2017 en Divulgación
  • Su narración ha arrasado en Twitter.
  • Pocas historias han tenido tanto alcance mediático.

Tuitero iluminado sólo por la luz de su teléfono móvil.

Manuel Bartual no es ni un novato ni un desconocido a la hora de contar historias. Más de diez años en las páginas de El Jueves y numerosos guiones dejan claro que nos encontramos ante un autor experto. Sin embargo, con su historia recién publicada en Twitter, un largo hilo de suspense aprovechando unas vacaciones, le ha convertido en uno de los autores más leídos en castellano de lo que va de década.

Recapitulemos un poco. La narrativa en Twitter, que ha sido llamada de varias maneras, siendo nuestra favorita la de tuiteratura, nace casi al mismo tiempo que la propia red social. A lo largo de los últimos años, se ha aprovechado la versatilidad de este medio para contar historias a base de mensajes de 140 caracteres, fotos e incluso vídeos.

De hecho, en inglés y en castellano se han reescrito obras clásicas en Twitter, algunas de manera literal y otras “livetuiteando”, es decir, explicando la obra como si la contaran otra vez, adaptándose al medio. Otro subgénero, al que se adscribiría la obra de Bartual, es el tuisterio, es decir, una obra de ficción que se va contando en tiempo real a base de tuits.

Existen numerosas cuentas en Twitter que practican una forma u otra de tuiteratura con mayor o menor éxito, pero ninguna otra en castellano había alcanzado estas cotas de popularidad. Hay que tener en cuenta que su historia ha sido Trending Topic durante varios días acumulando decenas de miles de retuits y comentarios.

¿A qué se debe su éxito?

Bien, la mayor parte del éxito en toda obra cultural se debe a la suerte, a aparecer en el momento justo con la historia correcta. Aunque para eso, claro, tienes que tener preparado un buen producto. En el caso de Bartual, a mi entender tiene dos grandes aciertos. El primero, usar un tuisterio, como ya hemos dicho, marcando los tiempos y los tuits de manera magistral. El segundo, convertir la historia en una suerte de creepypasta, esas historias de terror urbano tan de moda entre la gente joven.

El que cualquiera pudiera identificarse con él como protagonista es fundamental. Es una historia de miedo clásica, sencilla, bien narrada y que, como literatura, no aporta absolutamente nada nuevo. Ahora, dentro de la tuiteratura y los nuevos modos de narrar, con vídeos, fotos y mucha interacción, resulta una buena síntesis de todos los experimentos que ya existían en la red.

Es posible que esta historia sea la primera en castellano que ha dado, posiblemente sin querer, con algunas de las claves necesarias para que el tuisterio diera un salto y llegara a miles de personas, preocupadas por el destino de ese Manuel Bartual real o ficticio que tuiteaba sobre hombres altos (como en la mítica película Fantasma) y dobles malvados.

Las ramificaciones culturales.

Quizá un aspecto de este tipo de narraciones que resulta incontrolable para sus creadores, sea también muy interesante. Contar historias en las redes sociales puede llevar a que otras personas decidan participar de la narración a su propia manera. Alrededor de la cuenta de Manuel Bartual han aparecido otras pertenecientes a empleados del hotel o incluso un segundo Bartual que seguía con la historia desde otro punto de vista al del original. ¿Confusión? ¿Participación? ¿Dónde empiezan y acaban las historias cuando no puedes controlarlas?

A partir de ahora es posible que veamos muchas historias que traten de captar la atención de los tuiteros de la misma manera, aunque no sé si el género está tan maduro como para reproducir el mismo éxito, al menos con los mismos medios y sencillez. Es posible en el futuro haga falta mucho más esfuerzo para conseguir un efecto duradero. Más o menos como en cualquier otra forma de comunicación.

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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