- El creador de American Gods ofrece algunas ideas geniales.
- Si estás empezando a escribir, presta atención.
Para todos los amantes de la literatura fantástica y los cómics, Neil Gaiman es un viejo conocido, pero para todos aquellos que han empezado la lectura de su obra a partir de ver la serie de televisión American Gods, seguro que les ha sorprendido la variedad y riqueza imaginativa de este autor inglés. Por eso es interesante recuperar estos consejos de Gaiman para todos aquellos que se estén iniciando en el complicado mundo de la literatura. Son muy interesantes.
No esperes a la inspiración.
Aquí Gaiman resume una vieja frase: “Que la inspiración te coja trabajando”. Si esperas a que te venga a la cabeza una idea genial para ponerte a trabajar, vas a llevarte una gran decepción. Según él:
Si sólo vas a escribir cuando estás inspirado, puede que te conviertas en un buen poeta, pero nunca serás un novelista. Porque vas a tener que cumplir con tu objetivo de palabras hoy, y esas palabras no van a esperarte, estés inspirado o no.
Si no estás inspirado, revisa. O bien puedes tener varios proyectos en marcha y dedicarle tiempo a uno o a otro dependiendo de cómo te encuentres. Esto no es magia, si dejas de escribir, luego es muy difícil retomar el hilo más adelante.
Encuentra tu voz.
Cuenta tu historia. No intentes contar las historias que ya escriben otras personas. Porque, como un autor novato, siempre empiezas con las voces de otros -has estado leyendo a otra gente durante años-. Tan pronto como puedas, empieza a escribir lo que nadie más puede, porque siempre habrá mejores escritores que tú, siempre habrá escritores más inteligentes que tú… pero tú eres el único tú
Imitar es un proceso inconsciente, e incluso que tu estilo se parezca al de otros no es malo. Pero no cuentes las mismas historias, ya que la comparación será siempre mala para ti. Así que busca la originalidad que llevas dentro y marca la diferencia.
No te obsesiones con tu primer borrador.
Para mí, siempre ha sido un proceso de tratar de convencerme de que lo que estoy haciendo en un primer borrador no es importante. Una de las maneras de hacerlo es convencerte de que no importa. Nadie va a ver nunca ese primer borrador. A nadie le importa. Puede que le des muchas vueltas, pero cualquier cosa que hagas mal puede arreglarse sin problemas. Por el momento, escribe. Termina la historia, y arréglala.
Cuando terminas un borrador, lo más probable es que su primera lectura completa te haga pensar que está todo mal. No te asustes y trabaja sobre él, arreglando los errores y siguiendo la pauta que te habías marcado. Lo importante es terminar.
Sé indulgente contigo mismo.
Escribe más. Y recuerda que todo el mundo que escribe cualquier cosa buena, ha escrito un montón de basura antes. Estás aprendiendo, sé indulgente contigo mismo, tal y como lo serías con alguien que está aprendiendo a hacer algo difícil. Aprende de tus errores y mejora, y un día escribirás algo que no despreciarás. También hay que decir que es posible que no te guste algo que has escrito, pero no te culpes a ti mismo por haberlo hecho.
A veces, cuando leemos algo que acabamos de escribir, no nos gusta nada y podemos pensar que no valemos para esto. Pero hay que perseverar y seguir escribiendo hasta mejorar. Nadie esperaría que un escultor alcanzar la excelencia con su primera escultura, o un pintor con su primer cuadro. Lo mismo se aplica a la literatura.
Vía: Grammarly