- Se ha producido en Brasil y ha sido obra de profesionales.
- Se une a una serie de robos de libros antiguos por todo el mundo.
¿Son los libros el nuevo objeto de deseo de los ladrones profesionales? Si el mundo del arte se ha ido blindando cada vez más frente a los robos, ahora parece que le va a tocar a las grandes bibliotecas del mundo, aquellas que guarden libros y manuscritos incunables, ya que en pocos meses se han producido algunos robos de gran importancia. En esta ocasión ha sido en Brasil y se han llevado un botín nada desdeñable.
Si en anteriores ocasiones ya os hemos hablado de robos como el acontecido en Londres, en el que se llevaron auténticas joyas de varios coleccionistas, ahora el caso se traslada a Brasil, pero a una biblioteca pública, como es la Biblioteca Pedro Calmon, de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Como muchas biblantoiotecas universitarias, tiene un fondo de libros únicos, como los Sermões del religioso António Vieria, datados en 1610, así como volúmenes ilustrados de naturalistas datados a principios del siglo XIX.
El robo ha sido un trabajo laborioso y muy preparado, aprovechando la remodelación de la biblioteca que se comenzó en 2016. Los ladrones han ido seleccionando los libros más interesantes y los han sustraído poco a poco. El dinero del botín se calcula entre los 120.000 y los 160.000 dólares.
En total han sido 27 libros los sustraídos, de los cuales se han podido recuperar sólo 3. Y es que la policía brasileña ha dado con dos de los ladrones, que eran viejos conocidos en esto de ir esquilmando bibliotecas. Al principio pensaban que se trataba de robos menores, pero al realizar el inventario se dieron cuenta de la magnitud del robo.
La mayor parte de los libros, esos que han desaparecido, se han vendido a coleccionistas de todo el mundo y va a ser muy difícil que se puedan recuperar. Pero lo realmente increíble es que uno de los ladrones, Laéssio Rodrigues de Oliveira, un antiguo bibliotecario, que ha robado en decenas de bibliotecas, ha llegado a un acuerdo para vender su vida al cine. Sí, van a filmar su biografía en una película subvencionada con dinero público, lo que ha soliviantado al personal de bibliotecas y archivos.
Al parecer le ha llegado el turno a los ladrones de libros para convertirse en los típicos antihéroes simpáticos del cine, tras los ladrones de bancos, casinos y obras de arte. Después de todo, quién no querría llevarse uno de esos libros, ¿verdad? Increíble.