- Resultó ganador de premios como el Cervantes o el Nacional de Literatura.
- Se significó política y socialmente.
Siempre que hemos hablado de cómo un autor debería implicarse o no dentro de la vida social y política, Juan Goytisolo ha sido un referente. Por eso, ahora, tras su reciente muerte, la reivindicación de su obra y de su activo papel a lo largo de su vida no sólo se hace importante sino también necesaria. Muere Juan Goytisolo, autor que siempre peleó a la contra, que buscó nuevas formas dentro de la literatura en castellano y que abrió camino para toda una generación de nuevos autores.
Si buceamos en su vida y en su obra nos encontraremos con un hombre perfeccionista y cuyos largos silencios no eran sino preludios de declaraciones y actitudes que podían desembocar en la polémica, sobre todo por su manera de medir el mundo. Mantenía una exigencia de un nivel altísimo, tanto para él como para los demás, sobre todo para los que tenían una alta responsabilidad, tanto dentro del mundo de la cultura como en la política.
Muere Goytisolo en Marrakech, ciudad que fue su hogar durante décadas. Este barcelonés nacido en plena Guerra Civil, se mantuvo firme como antifranquista y marchó a vivir a París poco después de terminar sus primeros relatos importantes. Más tarde sería el mundo árabe, sobre todo Marrakech, el lugar donde decidiría pasar el resto de su vida, sin dejar nunca de lado los viajes y el periodismo.
De entre su obra hay que destacar numerosos títulos, como La isla, Señas de identidad, Reivindicación del conde don Julián, Juan Sin Tierra, Makbara, Paisajes después de la batalla, La saga de los Marx o El sitio de los sitios. También practicó el género de ensayo con una visión particular y en ocasiones periférica de la sociedad española. Hay que nombrar España y los españoles, El bosque de las letras, Disidencias o De la Ceca a la Meca. Hay varios tomos recopilatorios de sus mejores textos, y siempre habría que revisar, hoy más que nunca, sus libros autobiográficos, como Coto vedado o En los reinos de taifas.
La lista de premios que recibió Goytisolo a lo largo de su vida es larguísima e impresionante. Desde el Premio Mediterráneo por Cuadernos de Sarajevo al Octavio Paz, el Juan Rulfo o el Jorge Isaacs; preludios de prestigio para el Nacional de las Letras Españolas, el Quijote y el máximo galardón en español: el Premio Cervantes.
Se ha ido Goytisolo, sí, y con él una voz firme que no temblaba a la hora de reconocer sus propias contradicciones, asumir su homosexualidad, exigir responsabilidades a los políticos y zarandear a muchos de los actuales autores reconocidos y su falta de implicación con la sociedad. Muerto, se nos hace mucho más necesario que nunca, aunque sólo sea por intentar ser capaces de seguir con el camino que inició hace tantos años.
Pero no hemos oído hablar por última vez de él. En 2015 dejó en manos de su agencia literaria, Balcells, un libro inédito con la orden de que se publicara 10 años después de su muerte. Además, dejó más material en la Caja de las Letras de la RAE, que no se leerá hasta el centenario de su nacimiento. Un testamento literario del que se sabe muy poco, pero que será uno de los grandes acontecimientos culturales de la próxima década.
Fotografía de Peter Groth con licencia CC BY-SA 2.0
Juan Goytisolo