- El Atlas Klencke supera el metro ochenta de alto.
- Ahora todos pueden consultarlo online.
Uno de los trabajos de las grandes bibliotecas consiste en digitalizar sus libros más raros y curiosos con dos objetivos, uno es preservar de esta manera el conocimiento de sus páginas más allá de la vida del libro; el otro es hacerlos accesibles al público a través de Internet. Este proceso, que parece más o menos sencillo, se complica sobremanera cuanto más peculiar y antiguo es el libro. Pero pocos han llevado tanto trabajo como el gigantesco Atlas Klencke, datado en 1660 y uno de los más grandes del mundo.
Y es que este raro libro mide metro ochenta de alto y casi lo mismo de ancho cuando está abierto. Ni que decir tiene que pesa bastante y que hacen falta varias personas sólo para moverlo de sitio, algo que hay que hacer con cuidado, ya que estamos hablando de un libro con más de cuatro siglos de antigüedad. De hecho, le han colocado unas ruedas para moverlo de un lado a otro.
El Atlas Klencke contiene 41 mapas dibujados con exquisito detalle, siendo uno de los grandes referentes geográficos de su época. Su consulta, sin embargo, era muy complicada, no ya para el gran público en general, sino también para los académicos y estudiosos, por todas las complicaciones logísticas que implicaba acceder a sus páginas.
Así pues, la Biblioteca Británica decidió digitalizar sus contenidos. ¿El problema? Ni los escáneres habituales ni las cámaras especiales que suelen usar estaban pensadas para un libro ideado para servir casi como un tapiz. Así pues, prepararon un estudio especial y colocaron el libro frente a una cámara digitalizadora.
El proceso fue arduo, pero satisfactorio. Aquí os dejamos un vídeo en time-lapse que muestra todo el trabajo que realizó el equipo de la Biblioteca Británica para digitalizar el atlas.
Gracias a estos bibliotecarios, ahora podemos disfrutar de las imágenes más espectaculares que contiene el Atlas Klencke. ¿Qué os parece? A nosotros nos encantan todo este tipo de proyectos que unen tecnología moderna con libros antiguos.
Vía: Hyperallergic