- Sólo vende libros con la máxima puntuación en su web.
- Es la quinta que abre en Estados Unidos.
A lo largo de los últimos diez años se han cerrado numerosas librerías en todo el mundo, muchas de las cuales han bajado sus persianas maldiciendo el nombre de Jeff Bezos, el multimillonario dueño de Amazon. Su modelo de venta de libros online supuso una revolución que luego vino acompañada de la aparición de los Kindle a precio casi de coste. Ahora, años después, Amazon se vuelve física y tangible, abriendo una librería tras otra.
No, no se han vuelto locos. En realidad, la mayoría de librerías que cerraron para siempre fueron cadenas de librerías cuya trayectoria era difícil de cambiar. También acabó con algunas pequeñas que estaban al filo de ser rentables, claro, pero los últimos datos en Estados Unidos demuestran que hay más librerías independientes y especializadas que nunca, mientras que el uso del libro electrónico se ha estabilizado muy por debajo del de papel.
En Amazon son muy amigos de ver las tendencias con tiempo. A la gente lectora, después de todo, le gusta mucho el libro físico y el ambiente de las librerías. Así que, ¿por qué no dárselo en pequeñas dosis? Las librerías de Amazon no son especialmente grandes, y además de vender libros sirven como punto de entrega de sus productos. También venden kindles y otros aparatos propios. Son extensiones del gran monstruo que crece imparable por detrás.
Pero no venden cualquier libro. Han decidido vincular lo que venden con las puntuaciones que los clientes han ido dejando en su página web. Por tanto, en las nuevas librerías de Amazon sólo se venderán libros con una puntuación superior a las 4,5 estrellas sobre 5. Es decir, sólo se venderán los favoritos del público. Entiendo que también tendrán algún que otro filtro sobre el mínimo de opiniones recibidas o la tirada del libro en cuestión.
Así pues, Amazon no sólo aparece en el mercado físico, creando un nuevo frente de competencia a las librerías más pequeñas, sino que además trata de usar los datos recibidos en su inmenso comercio electrónico para establecer los libros que mejor se van a vender entre el público. Sin duda, un movimiento más para lograr el monopolio de la venta y distribución de libros en Estados Unidos… y más tarde, el mundo.
¿Qué os parece? ¿Es una buena idea la de Amazon de entrar en el mercado físico o debería quedarse en las compras online? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.