- Fue un ejemplo de denuncia social y política.
- Su éxito también vino dado por su excelente publicidad.
Víctor Hugo ya era un autor conocido tanto dentro como fuera de Francia gracias a obras como Nuestra Señora de París (1831), con un enorme éxito tanto entre el público como en la crítica. Sus historias, que recogían el espíritu romántico e histórico de su época, fueron un paso más allá convirtiéndose en auténticos fenómenos populares. Sin embargo, el cambio hacia la denuncia social y política que abordó en Los miserables (1862) le supuso la consagración internacional, pese a que muchos autores y críticos le dieron la espalda.
La situación que se vivía en París -y en casi toda Europa-, a principios del siglo XIX era muy convulsa. Las revueltas populares y burguesas, la represión de las clases altas, una desigualdad social en aumento, fueron elementos frente a los que Hugo no pudo girar la cabeza. Era un momento donde la mayoría de los creadores estaban del lado más elitista, no buscaban la denuncia, sino el arte. Su participación política, que acabó con el exilio, se ve claramente reflejada en Los miserables.
Alrededor de la novela se creó una gran expectación. Estamos hablando de uno de los autores más conocidos del mundo, así que todos querían saber de qué iba Los miserables. Pero Víctor Hugo realizó una de las primeras y más interesantes campañas de publicidad dentro del mundo de la literatura, manteniendo un absoluto secretismo sobre su nueva obra. El interés del público fue en aumento y se formaron largas colas para comprar el libro en Bruselas y París. Su exportación a Estados Unidos también fue espectacular, siendo muy conocida la anécdota en la que Hugo mandó un telegrama a sus editores sólo con un carácter: “?” a lo que contestaron de igual manera: “!”.
Los miserables no caló entre sus contemporáneos, ya que era demasiado realista, popular, buscando la denuncia a través de situaciones exageradas. No era el arte al que Víctor Hugo los tenía acostumbrados. Entre el pueblo, el éxito fue arrollador, pese a que la Iglesia Católica decidiera prohibirlo, metiéndolo dentro de su funesto listado del Index Librorum Prohibitorum.
Con el tiempo, Los miserables se convirtió en un fenómeno universal y un ejemplo de cómo la literatura podía ir más allá del arte y convertirse en una herramienta capaz de hacer tambalear a los más poderosos. Hoy en día podemos encontrar más de 60 películas basadas en esta novela, con exitosas adaptaciones en el teatro. Es difícil encontrar otra obra con tal calado en el imaginario colectivo.
Víctor Hugo pasó 20 años en el exilio, en los que nunca dejó de escribir, convirtiéndose en una referencia ineludible en la historia de la literatura. Con la caída del II Imperio volvió a París, participando en política casi hasta el día de su muerte. A su entierro acudieron 2 millones de personas.
Victor Hugo
Los miserables