- Consultar sus libros cuesta 120 euros la hora.
- Está situada en un espectacular edificio de San Petersburgo.
¿Biblioteca o club para millonarios? Esa es la pregunta que uno se plantea al conocer la existencia de esta misteriosa biblioteca, Book Capella (la Capilla de los Libros), situada en un majestuoso edificio de inspiración gótica, recién construido en el centro de San Petersburgo. Cualquiera que quiera echar un vistazo a su extraña colección de libros tiene que pagar un mínimo de 120 euros por una hora de consulta, pero el precio se dispara en caso de las suscripciones anuales.
La colección en sí está compuesta de 5.000 libros publicados por la editorial rusa Alfaret, que es la que ha organizado esta biblioteca. Son, en su mayoría, obras de entre el siglo XVI y el XIX, cuyo precio oscila entre los 450 y los 800 euros, aunque cuenta con ediciones especiales mucho más caras.
Los libros están organizados de manera temática en pequeñas salas y rincones a lo largo y ancho de esta mansión gótica. Su lema está sacado de uno de los grandes bibliófilos de la historia, Jorge Luis Borges: ‘Siempre imaginé el paraíso como algún tipo de biblioteca’.
Hay que tener en cuenta que en Rusia las bibliotecas son públicas, por lo que llama la atención no sólo tener que pagar por entrar en una, sino también por los altos precios que se piden en esta. La suscripción anual a la Book Capella (llamada Apóstol de los libros) es de 3.500 euros, mientras que la opción de por vida, El predicador del Apóstol de los libros, se va a una cantidad exorbitante: 80.000 euros.
Alfaret es una curiosa editorial que se dedica a realizar facsímiles de lujo de grandes obras, tanto rusas como a nivel internacional. Sus libros son verdaderas obras de arte y han seleccionado las más raras de todas para este proyecto, dedicado, según ellos, a coleccionistas, anticuarios y académicos.
Otra de sus ideas para financiarse es ofrecer visitas guiadas a la biblioteca como parte de una alternativa cultural al turismo que viaja hasta San Petersburgo, así como ofrecerse como escenario para rodar películas o series de televisión.
Sin embargo, parece que ha surgido otra opción de financiación, ya que la biblioteca se ha convertido en un lugar ideal donde los millonarios rusos se dan cita para poder hablar de negocios, ya que sólo unas pocas personas se pueden permitir lo que cuesta pasar la tarde dentro de sus salas.
¿Qué os parece? ¿Es más un club para gente adinerada o una biblioteca singular? ¿Pagaríais ese dinero por una hora de visita? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
Vía: The Guardian
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.