- No sólo hay que lograr sacar un rato para escribir.
- Hay ciertos puntos a marcar a corto, medio y largo plazo.
Si bien el único consejo que me atrevo a dar de manera inequívoca a cualquier aspirante a escritor se puede resumir en “escribe todo lo que puedas”, lo cierto es que en esta época de redes sociales, abundancia de autores principiantes y saturación de novedades, hay que plantearse ciertos objetivos para crear una hoja de ruta. Si bien crear una novela depende mucho de las circunstancias personales de cada uno, no está de más seguir unos puntos para no perderse en el proceso. A veces, la sensación de organización nos permite centrarnos mucho más en lo importante, que es la escritura.
A corto plazo.
Si estás trabajando sobre una estructura ya terminada, plantea cuánto tienes que escribir cada día. Da igual que sea revisar un capítulo que ya has escrito, ampliar la información de un personaje o seguir adelante con la novela. Es importante ser consciente del tiempo que tenemos y mantener una cierta rutina. Yo os aconsejo escribir de 500 a 2.000 palabras.
Si mantienes un blog, es interesante mantenerlo activo. Un artículo cada semana sería lo mínimo recomendable. Hablar de cómo va el proceso de escritura es interesante, así como sobre ciertos aspectos de la novela que puedan interesar a los lectores. En el caso de que tengas unos cuantos seguidores, puedes probar a usar Patreon y ofrecer material adicional.
En cuanto a redes sociales, no os obsesionéis con ellas. Que nunca ocupen más tiempo que el que dedicáis a escribir. Revisa las menciones, comparte tu blog, comenta un poco sobre temas que veas interesantes… No hace falta hacerlo todos los días. Ten en cuenta que si bien un gran número de seguidores no asegura ventas, un buen grupo de fans es una herramienta de marketing fabulosa.
A medio plazo.
Escribe material complementario a tu proyecto principal. Cuentos, ensayos, artículos. El trabajo de documentación y estilo sobre una novela te permite ampliar tus opciones. Dedica un poco de tiempo a estos proyectos y a medio plazo tendrás un pequeño montón de material para usar como promoción o para colaborar en revistas y otros medios. Siempre vienen bien.
Mejora tu web. Poco a poco. Usa un buen grafismo, revisa los contenidos, sigue actualizando el blog. Recuerda que hoy en día va a ser tu tarjeta de visita. Procura mantener la integridad de la información sobre ti.
Acude a reuniones de escritores en tu ciudad. Presentaciones, tertulias, cursos… Conocer a otras personas con tus mismas afinidades y objetivos es clave para mejorar. Es una manera sencilla de conseguir contactos dentro del mundo editorial y de comparar otros puntos de vista a la hora de trabajar.
A largo plazo.
Terminar tu novela y publicarla. Ese es el objetivo a largo plazo número uno. Marca una fecha en el calendario y calcula cada mes por dónde deberías ir. Comprueba el progreso del proyecto y trata de seguirlo, aunque parezca que no vas cumplir el plazo. Siempre estás a tiempo de revisar, cambiar o ampliar.
Construye una comunidad. Es un trabajo lento y largo, pero a partir de un pequeño grupo, como ya os hemos hablado, se puede levantar toda una comunidad interesada en tu trabajo. Existe una teoría en la que con 1.000 fans auténticos puedes dedicarte de manera profesional a la literatura.
En el mundo de la escritura nunca se para. En cuanto estés terminando un libro ya tienes que tener claro cuál va a ser el siguiente. Hay autores que inician la fase de documentación cuando todavía están terminando la corrección del anterior. De nuevo, marca fechas, escribe todos los días, busca lectores y atiende a las críticas de otros autores.