Llegó la hora de darle un empujón a tu novela: el retiro del escritor

• Busca un lugar solitario donde dedicarte a escribir.
• Elige bien el momento de tu escapada.

Escribir, como ya os hemos comentado en otras ocasiones, es una carrera de fondo, una labor que hay que ejercer día a día, aunque en ocasiones no se avance en absoluto y todo lo que escribas se vaya directamente a la papelera. Pero, si hacemos caso a autores como Ian Fleming, llega un momento en el desarrollo de una novela en el que lo mejor que podemos hacer es buscar un lugar donde ponernos a escribir como locos sin que nada ni nadie nos moleste. Lo cierto es que no es fácil encontrar un lugar así, pero si lo conseguimos supondrá un notable empujón a nuestra novela.

¿Por qué es importante pasarnos una semana escribiendo sin parar? Bien, esto mejora mucho la coherencia de nuestra obra. Cuando escribimos a lo largo de un año, encontramos muchos altibajos y cambios de ritmo motivados, simplemente, por nuestro propio estado de ánimo por nuevas ideas que se nos van ocurriendo. Si durante una semana nos concentramos ocho horas al día en escribir, ese bloque que vamos a terminar será una pieza angular de la novela.

Hay que buscar un lugar que nos motive a escribir. Hay gente que se siente realmente inspirada con un entorno agradable, como podría ser, por ejemplo, una casa rural cerca de un bosque. Pasar un rato cerca de la naturaleza, lejos del estrés típico de las ciudades, y sin distracciones propias del entorno urbano. Sin embargo, también los hay que se encuentran más a gusto en un sótano sin ventanas, donde no entre ni un solo ruido del exterior, pasando las horas sin más distracción que las pausas típicas para comer y dormir. Los autores con algo de experiencia -y dinero- han apostado siempre por hoteles sencillos donde evitar molestias y preocupaciones.

Olvídate de las redes sociales. Esa semana de retiro literario tiene que ser total. Si estás escribiendo no puedes estar discutiendo sobre política en Facebook. El mundo no se acaba si pasas unos días alejado de la realidad virtual. Eso no quiere decir que apagues el móvil, sólo que le quites los datos la mayor parte del tiempo.

Elegir bien el momento de este retiro es fundamental. Cada uno puede tener un momento clave para elegirlo, quizá al principio de la narración, con toda la documentación todavía caliente en la cabeza, aunque yo siempre he pensado que el mejor momento es cuando das paso al último acto de la novela. Ese punto en el cual llega el clímax, pero que al mismo tiempo tiene que encajar a la perfección con todo lo que llevas escrito.

Otro punto importante es que es un momento para escribir, no para revisar. Ten en cuenta que es posible que escribas mucho más de lo que necesitas, por lo que el resultado tendrá que ser revisado con mucho cuidado. Llegará un momento en que todos tus pensamientos estén ocupados por la narración, así que lo mejor es que des rienda suelta a tu imaginación y que no se te olvide nunca comer.

Plantea unos objetivos claros. Si cuando escribías en casa una o dos horas sacabas 1.000 palabras, ahora tendrás que sacar 4.000 o 5.000. Si vas a terminar la novela, haz todo lo posible por avanzar. Deja notas, apunta ideas. Vas a adentrarte en uno de los momentos más creativos de tu vida, así que hay que aprovecharlo al máximo.

Claro que este tipo de retiros tiene sus inconvenientes. Cuesta dinero, quita días de ocio y vacaciones y, además, si tienes familia cuesta mucho explicarles que necesitas una semana para ti solo. Y es que escribir es una pasión solitaria, algo que es muy difícil de hacer rodeado de distracciones y obligaciones. Así que si puedes reservar unos días al año para sacar adelante tu novela, te convertirás en alguien muy afortunado.