- Una inusual intriga histórica ambientada en los años 20.
- Eberhard Mock es uno de los detectives más singulares de los últimos años.
Marek Krajewski pertenece a ese selecto grupo de académicos clásicos que disfruta de un cierto lado gamberro en lo que a la ficción se refiere. Este profesor de latín ha compuesto uno de los personajes más odiosos, decadentes y fascinantes de la novela negra actual. Eberhard Mock es un tipo singular con el que es muy difícil empatizar, pero con el que acabas encariñándote. Pese a todo lo que hace… que no es poco.
Esta no es la primera entrega de sus aventuras. Para los que no lo conozcan, Mock trabaja en la brigada antivicio de Breslau. Es decir, controla que la prostitución, el juego y el alcohol fluyan de la manera correcta y que nadie se desmande. Eso le proporciona ciertos beneficios -mujeres y alcohol gratis-, pero lastra su carrera y su propia autoestima. Y es que Mock es un tipo listo, analítico y podría llegar a ser un gran detective, pero la mayor parte de las veces deja que sus vicios y su mal genio le lleven al calabozo.
En Peste en Breslau, Mock comienza cuesta abajo y sin frenos. Aparece desnudo y dolorido en un bosque cercano a la ciudad el mismo día que le llaman de la brigada criminal para ayudar en un caso importante: la muerte de dos prostitutas en una casa de renombre. Su mala fama y unas acciones desafortunadas harán que Mock sea relegado de nuevo a su trabajo en antivicio. Sin embargo, él no está dispuesto a dejar el caso sin resolver.
En las novelas de Krajewski se aprecia un gran control del detalle histórico, de tal forma que la inmersión en el mundo del Breslau de la época es convincente, sin necesidad de dedicar largos párrafos a descripciones accesorias. A través de Mock vemos el reflejo de toda una época llena de claroscuros y en la que la ética y la moral venían determinadas por la clase social.
La intriga en Peste en Breslau no es nada común. Lo que aparenta ser un asesinato que a nadie le importa va transformándose en una complicada espiral de eventos relacionados entre sí y que acaban por llevar a Mock a lo más hondo de la naturaleza humana. Borracho, herido y sin nada que perder, se lanzará a una carrera en la que es, al mismo tiempo, cazador y presa.
Como en anteriores entregas, es difícil empatizar con Mock. Su peculiar sistema de valores lo hace complicado, pero al mismo tiempo es difícil no querer que se salga con la suya, sobre todo con los problemas a los que se enfrenta. Ágil, divertida y nada convencional, Peste en Breslau es un libro ideal para los amantes de las intrigas enrevesadas y las ambientaciones históricas poco comunes.
Marek Krajewski
Peste en Breslau