- Las primeras páginas son tu carta de presentación.
- No vale empezar de cualquier manera.
Dicen que el principio y el final de una novela son los momentos más críticos que afrontar como escritor. El inicio supone el desafío de convencer al lector de que debe seguir adelante, que ese libro le va a interesar de algún modo; el final es el último recuerdo que va a tener de él, y normalmente es el definitivo. Así que del mismo modo que se recomienda cerrar bien las historias, hay que recordar siempre que casi es igual de importante el cómo las abrimos, cómo damos esos primeros pasos con el lector.
No estoy hablando de la famosa frase gancho que tanto se nombra en talleres literarios. Sí, está claro que las primeras palabras de una novela son importantes, pero buscar el artificio puede llegar a ser contraproducente. El inicio de una novela no son dos frases, es el primer capítulo.
En mi opinión, ese primer capítulo debe contener ya varios de los elementos fundamentales del libro, como son el estilo de la narración, la voz de los personajes y detalles sobre el desarrollo de la historia, ecos del conflicto al que vamos a asistir. No hace falta saltar al medio de la acción, pero si enseñas un poco al lector qué puede encontrarse lo tendrás mucho más fácil para que siga leyendo.
Hay que cuidar, si seguimos esta idea, que el capítulo no parezca un tráiler cinematográfico. No estamos hablando de eso, si lo hacemos de esa manera lo que obtendremos será un capítulo que no encaja con el resto de la novela. El ritmo debe ser el mismo y no hay que acelerarse al abrir. Sólo hay que mostrar, abrir un poco la mano y levantar el telón lo justo para atraer la atención del lector.
Está claro que luego cada narración tiene sus propias particularidades y no es lo mismo abrir una novela de misterio que una historia familiar, pero en cualquier caso hay que revisar y preparar ese capítulo para que esté perfecto y sea representativo. En ocasiones es todo lo que hace falta para conseguir meter al lector en nuestro mundo y animarle a seguir leyendo, iniciando el pacto lector que debe ser llevado hasta el final.
¿Y vosotros? ¿Qué importancia le dais al principio de una novela? ¿Y a su final? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.