La guía sencilla de las redes sociales para escritores

• Hoy en día es inevitable tener una presencia en las redes.
• No hay una relación clara entre tener muchos seguidores y vender muchos libros.

Si eres un escritor que está comenzando en estos momentos, es inevitable que tengas que prestar mucha más atención a las redes sociales de lo que otros autores, con más tiempo en el mercado editorial. Eso no quiere decir que pierdas más tiempo del necesario en Facebook o Twitter, ya que lo que tienes que hacer como escritor es escribir. Pero hay unas ciertas bases que puedes querer tener cubiertas y lo mejor es preparar un plan sencillo que te ayude a trabajar. Así pues, hoy os comentamos los puntos clave que todo autor debería preparar para su imagen y comunicación en redes sociales.

Lo primero, hay que desmitificar el concepto de seguidor en las redes sociales. Como autor, las redes son una herramienta de comunicación, no un fin en sí mismas. Conseguir una base de seguidores gigantesca puede convertirse en una obsesión, pensando que cuanta más gente consigas, mejores ventas vas a tener. Eso no funciona así. La idea principal de los medios sociales es la comunicación cercana, algo que a ciertas escalas y con mensajes genéricos, se diluye. Es mejor tener 100 seguidores con los que interactúes de manera personal que 1.000 a los que sólo mandas notas de prensa. Calcula siempre el tiempo que dedicas a esta labor y piensa luego en el retorno que vas a obtener: nunca debes dejar que la herramienta se convierta en el trabajo.

Con esto en mente, lo cierto es que hay que hacer las cosas bien. Así que lo mejor que puedes hacer en caso de iniciar una campaña en las redes es cuidar bien la imagen que estás ofreciendo. Las redes van a formar parte de tu plataforma de autor, un concepto del que ya os hemos hablado en otra ocasión, así que hay que pensar cómo las organizas.

Unificar la imagen es fundamental. Esto quiere decir que la foto que vayas a usar debería ser la misma en las distintas redes, Facebook, Twitter, Instagram, etc., de tal modo que seas reconocible en cualquiera de ellas, si ya te conocen de otra. Lo mismo se aplica a la información biográfica, que debe ser consistente. No son redes complementarias, sino partes del mismo grupo.

También es interesante las oportunidades de personalización en los fondos y las cabeceras. De nuevo, usa imágenes parecidas o la misma. En Facebook puedes incluso incluir un enlace para que tus usuarios se suscriban a tu lista de correo. Las listas de correo son un accesorio muy interesante y que permiten incluir contenidos mucho más amplios que los que puedes poner en las redes, además de resultar mucho más personales.

LinkedIn es una de las redes poco frecuentadas por escritores, pero presenta unos aspectos interesantes. El hacer contactos dentro de la industria editorial, por supuesto, pero también unirse a grupos de discusión más profesionales de los que vas a encontrar en otras redes. La información que proyectas aquí también debería ser la misma que en el resto.

Si te sientes cómodo delante de una cámara, no deberías subestimar la importancia de mantener un canal de YouTube. Las nuevas generaciones usan los vídeos de una manera mucho más versátil que los que nacimos antes de los 80 y es una herramienta fantástica para alcanzar a miles de personas.

Estos son consejos muy básicos: imagen común, contenido consistente, trato personal y tiempos ajustados, pero que pueden ahorrarte mucho trabajo posterior, además de racionalizar el esfuerzo que debes dedicar a las redes sociales, cuyo efecto está, muchas veces, sobrevalorado. Hay que tener en cuenta una cosa, la práctica totalidad de las personalidades con millones de seguidores los tienen por ser famosos fuera de las redes, no al revés. Los seguidores no proporcionan fama, ni siquiera reconocimiento, tan sólo un cierto interés.

¿Y vosotros? ¿Cuánto tiempo le dedicáis a las redes sociales? ¿Cómo interactuáis con vuestros seguidores, en vuestro rol de escritores? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.