- Algunos autores húngaros y rumanos considerados genios en su día hoy son poco conocidos.
- La literatura rumana nos da una imagen completa de un país lleno de contrastes.
Hoy atravesamos una parte de Europa cuyo gran éxito literario se dio a finales del siglo XIX y en el periodo de entreguerras. Muchos autores húngaros se dieron a conocer en las primeras décadas del siglo pasado, logrando convertirse en auténticos superventas. Sin embargo, tras la II Guerra Mundial muchos de ellos fueron silenciados bien por la diáspora o por la censura comunista. Hoy os hablaremos de autores rumanos, húngaros y austriacos que os acompañarán en vuestro viaje.
Hungría es un país lleno de tesoros arquitectónicos, herencia de tiempos pasados cuando formaba parte de un poderoso imperio. Ese legado majestuoso en cierta decadencia fue captado a la perfección por una serie de autores, tanto en Hungría como en Austria, que lograron un gran éxito en su día. Si viajáis por Hungría yo recomendaría llevar bajo el brazo algún libro de Sándor Márai, que escribió en alemán y húngaro. Se exilió en Estados Unidos y sufrió la censura en su país, lo que le condenó finalmente a un olvido del que ahora se está recuperando. ¿Títulos? Divorcio en Buda es muy interesante, pero son quizá sus memorias –Confesiones de un burgués o ¡Tierra, tierra! las que nos pueden ayudar a comprender la evolución de Hungría durante el siglo XX.
Una figura paralela a Márai podía ser la del austriaco Stefan Zweig. Austria también vivía un estado de cierta decadencia y nostalgia de la vieja gloria hasta la invasión alemana previa a la II Guerra Mundial. Ese crisol que era la Viena de entreguerras dio excelentes autores, pero creo que el mejor de sus narradores fue Zweig. Os recomendaría viajar por Viena leyendo sus cuentos cortos en Caleidoscopio, así como Novela de ajedrez.
Rumanía también floreció en aquel momento. Autores como Camil Petrescu dieron forma a la tradición literaria de su país con títulos como Última noche de amor, primera noche de guerra, dando paso a narradores excepcionales como Mircea Eliade que, al margen de su gran obra ensayística, tiene algunos títulos imprescindibles para acompañaros por Rumanía, como sus Relatos fantásticos o Tiempo de un centenario. Tampoco podemos dejar de lado la gran obra de Cioran, os recomiendo De lágrimas y santos, o la de Ionescu, cuyos diarios son geniales para este tipo de viajes.