Narrativa, gratis y en ereader: así leemos libros electrónicos

• Más de 500 internautas han participado en nuestra encuesta.
• Las webs de descarga son las favoritas a la hora de conseguir ebooks.

Hace unas pocas semanas os pedimos participar en una encuesta sobre el uso de los libros electrónicos, unas pocas preguntas que más de 500 lectores han contestado y que nos permiten trazar un perfil aproximado del usuario medio de libros electrónicos. Hay que tener en cuenta el evidente sesgo que presenta este tipo de encuestas, basadas en usuarios activos y que se encuentran cómodos en Internet. En cualquier caso, los resultados son muy reveladores y merece la pena analizarlos. Recordaros que se podía elegir más de una respuesta a cada pregunta.

Está claro que el dispositivo favorito para la lectura de ebooks es el ereader, seguido de las tabletas y los teléfonos, que parecen ser relegados a situaciones puntuales. Hoy en día se pueden conseguir lectores electrónicos a precios muy ajustados y con buenas prestaciones, aunque también es cierto que su evolución no ha destacado demasiado. De todas formas, es el dispositivo más cómodo y que se integra mejor con tiendas como la de Amazon o La casa del libro.

La narrativa es la reina absoluta del contenido en ebook, por lo que podemos deducir que este tipo de formato está asociado directamente a la literatura de evasión y al ocio. El ensayo se queda muy atrás, junto con los artículos científicos y los libros de texto. En último lugar encontramos a los cómics, cuyos aficionados parecen mucho más pegados al papel.

Las webs de descarga son las preferidas de los lectores, y no es de extrañar ya que permiten encontrar casi cualquier libro completamente gratis. A distancia, pero no a tanta, encontramos la tienda de Amazon, donde muchísimos lectores compran para su Kindle. El resto de tiendas se hunde al último lugar y el batiburrillo de p2p, foros y otros sitios, como Wattpad o Scribd, alcanzan unos buenos números. ¿Conclusión? El lector de ebooks no tiene problemas en saltar de una web a otra hasta encontrar lo que busca y no le importa demasiado el tema de la remuneración del autor o la editorial.

En cuanto a dónde se usa el libro electrónico, este se ha aceptado como sustituto natural del libro y encontramos que se usa prácticamente en cualquier parte, con preferencia en casa más allá de solo en el transporte público o en la escuela. Este último punto es algo a mejorar en los próximos años, aunque también puede influir el perfil adulto de la mayoría de nuestros lectores.

Esto es interesante. Los lectores de ebooks siguen comprando libros en papel, aunque la mayoría lo hace en menor cantidad (lógico), con bastante gente que afirma mantener el mismo ritmo de adquisiciones. Unos pocos han dejado por completo el papel mientras que la minoría afirma comprar más que antes.

En cuanto a los comentarios que nos han dejado en la encuesta, nos gustaría destacar unos pocos:

Me costó adaptarme pero es estupendo para leer en cualquier sitio. Me encanta la sensación de tener en mi mano y de que me acompañen mis libros favoritos. Que poderío. Hay que potenciarlo.

Me pasé al formato digital en 2008 y ahí me quedé desde entonces por su comodidad.

En digital leo muy poco y tampoco creo que sea mucho más barato, ya que hay libros en formato digital que valen tanto como en edición de bolsillo, así que prefiero optar por estos últimos ya que para mí es más cómodo.

Los ilustrados son en papel sí o sí. Si el libro es ligero (más que el Kindle) lo prefiero en papel. Hay libros que no editan en digital. Hay otros de exclusividad aunque sean digitales (pésima idea de los distribuidores).

No compro ebooks. Solo bajo y leo libros mayormente descatalogados.

Prefiero mil veces más los libros en papel.

Está claro que esta pequeña encuesta no es más que una pequeña pincelada del panorama lector en castellano, pero que muestra unas claras tendencias sobre por dónde se está moviendo en la actualidad. El ebook más demandado es la novela, se usa mucho la descarga gratuita y muy pocos han abandonado por completo al libro de papel. El ereader, al que muchos dan por muerto desde hace años, sigue siendo el dispositivo más usado.