- Leer poesía ejercita tu cerebro de una manera diferente.
- La poesía puede cambiar la manera en la que ves el mundo.
Es cierto que hablamos mucho de la literatura en general, pero parece que la narrativa acaba siendo el objeto de toda nuestra atención. Por eso queremos daros unas cuantas razones para que leáis poesía, para que os dejéis llevar un poco por la fuerza y el encanto -a veces tenebroso- de los versos. Dejad a un lado las ideas que llevéis en la cabeza y también los prejuicios que muchos parecen tener en su contra, como si la poesía fuera un arte menor, un simple juego floral para hacer bonito y ligar haciéndose el bohemio.
La poesía crea comunidad
Lo vemos cada vez más a menudo. Una de las facetas de la poesía, la lectura en voz alta, el recital, está logrando llegar a mucha gente gracias a las jornadas slam, en las que se une la competición con el arte. En muchas ciudades se realizan concursos de este peculiar estilo y son muchos los que acuden, no tanto a competir como sí a disfrutar de la poesía, o incluso a participar en los momentos de micro abierto.
La poesía te hace ver el mundo de otra manera
Con las palabras justas, con la visión justa, un poema puede cambiar tu percepción. La capacidad de la poesía para transmitir imágenes y sentimientos es superior a otras formas literarias. Si tenéis alguna duda, recomiendo leer en voz alta Nanas de la cebolla, de Miguel Hernández. Ya sabéis: “En la cuna del hambre / mi niño estaba. Con sangre de cebolla / se amamantaba. / Pero tu sangre, / escarchada de azúcar / cebolla y hambre”.
La poesía ejercita tu cerebro
Leer poesía activa diferentes áreas del cerebro que leer prosa. De hecho, la poesía hace funcionar el lado derecho del cerebro, que es el encargado, entre otras cosas, de la memoria autobiográfica. Es decir, que la poesía nos hace medir las palabras que recibimos con nuestra propia experiencia, mezclando la experiencia sensorial con la emocional a un nivel íntimo.
La poesía ayuda a expresarte
La poesía es buena para los niños
Leer con los más pequeños es una actividad más que recomendable. Si es poesía, todavía mejor, ya que el pequeño esfuerzo extra que requiere es poco comparado con los beneficios que produce. La poesía es más que unas palabras, también es imagen y ritmo, es un juego con el que los niños aprenden a jugar con el lenguaje, lo que mejora las conexiones de su cerebro a la hora de expresarse, aumentando su vocabulario y capacidad de comprensión.
¿Y vosotros? ¿Os gusta la poesía? A veces es difícil encontrar una voz que nos guste, más que con la narrativa, pero vale la pena. Os esperamos, como siempre, en los comentarios.