- Su busto ha dejado de representar al World Fantasy Award.
- Se abre un proceso para escoger un nuevo diseño.
Hasta el año pasado, el busto de H. P. Lovecraft –que jamás recibió premio alguno- era el galardón que se entregaba a los ganadores de uno de los mayores reconocimientos del género fantástico y de terror, el World Fantasy Award. Sin embargo, tras una fuerte polémica, la asociación que entrega estos premios ha decidido retirar la figura del escritor de Providence y cambiarla por alguna otra cosa que todavía no tienen nada clara.
La polémica con Lovecraft viene dada por las numerosas quejas que se han ido recibiendo a lo largo de los años por su vena racista y xenófoba, que dejaba entrever en algunos de sus escritos personales (y en algunos de sus relatos), y que molestaba a muchos ganadores del premio, llegando algunos incluso a rechazar la estatua con el rostro de Lovecraft, obra de Gahan Wilson.
Tras una recogida de firmas por parte del escritor Daniel José Older, el busto ha sido retirado. Older proponía que fuera sustituido por una estatua basada en la autora afroamericana Octavia Butler, pero la organización ha decidido que el nuevo galardón no va a estar basado en persona alguna. Están buscando algo que represente de igual forma la fantasía y el terror y han abierto un periodo de recepción de ideas y diseños hasta el 2 de abril de 2016.
Ya han llegado las primeras ideas, claro, como la del crítico literario Damien G. Walter, que ha sugerido que el nuevo premio represente a un portal, un elemento mediante el que gran parte de la literatura fantástica se ha articulado.
Desde Lecturalia nos gustaría llegar a un término medio, sin dejar marchar del todo al viejo Lovecraft. Si su obra no ha sido puesta en duda –o al menos eso dicen los autores que se han quejado-, ¿no sería genial una estatua del gran Cthulhu? ¿O de un retoño oscuro de Shub-Niggurath? ¿Quién no querría tener en casa uno de esos?
¿Y vosotros? ¿Cuál creéis que sería el símbolo adecuado de la literatura de fantasía y de terror? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
Vía: The Guardian