- La cuarta parte de Millenium busca el trono de los más vendidos del año.
- Se reabre el debate sobre la ética de continuar la obra de autores ya muertos.
¿Era necesaria una cuarta parte de Millenium? ¿Qué puede aportar excepto satisfacer el fetichismo de algunos lectores? ¿Dónde queda la voluntad y deseos del autor? Desde luego, según su pareja, Eva Gabrielsson, Stieg Larsson no era de los que hubieran dejado que otro trasteara con sus creaciones. Pero los derechos del autor sueco pasaron a su padre y su hermano, que han visto la oportunidad de seguir ganando dinero a base de exprimir el legado de un autor que jamás pudo disfrutar del éxito en vida.
Muchos pueden pensar que este libro está basado en las páginas que, según se dice, Larsson dejó escritas de una cuarta parte de Millenium, pero no es así. Esas páginas ni siquiera se sabe si existen, así que el libro escrito por Lagercrantz ha nacido imitando el estilo, pero no siguiendo ningún texto previo. Se ha hablado, por parte del padre de Larsson, de unos ciertos esbozos de hasta diez novelas -de nuevo esbozos que nadie ha visto-, así que es posible que en los próximos años tengamos un montón de libros con Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist como protagonistas. Eso si dan dinero.
No es el primer autor al que deciden continuar su obra una vez muerto. Es una práctica cada vez más habitual para no dejar escapar la gallina de los huevos de oro. Un ejemplo de esto sería Robert Ludlum, creador del espía Jason Bourne, cuyo éxito tras el estreno de varias películas ha sacado de la tumba con nuevos libros de la serie, escritos por Eric Van Lustbader.
Así pues, el debate no es ya a quién pertenecen los derechos de libros y cuentos sin publicar, sino si los personajes creados por un autor pueden ser explotados tras su muerte, creando nuevas obras cuya calidad puede ser similar, pero que, desde luego, no podrán reflejar las historias del mismo modo que con el autor original.
¿Qué os parece? ¿Tantas ganas había de seguir esta serie? ¿No hay ideas nuevas? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
Lo que no te mata te hace más fuerte