- El autor británico habló en numerosas ocasiones sobre el oficio de crear.
- Su punto de vista sobre el arte y la literatura es de lo más interesante.
J. R. R. Tolkien es uno de los autores más conocidos e influyentes del siglo XX, pero no sólo es necesario acercarse a la figura de este escritor por ser el artífice de El señor de los anillos, sino también por su interesante perspectiva sobre el arte, la creación y la literatura. Tolkien era, ante todo, un académico, un ensayista de gran calado que dejó numerosas perlas a través de libros y cartas. Hoy en Lecturalia vamos a seleccionar algunos de sus mejores consejos.
La vanidad no sirve para nada.
Consejo que sin duda muchos autores actuales deberían tener en cuenta. Tolkien lo comenta en una carta donde asegura que espera «dejar El señor de los anillos revisado y bien terminado para que el mundo pueda tirarlo a la papelera. Todos los libros, al final, en este mundo, acaban allí de todas formas». Para Tolkien era más importante el proceso, el trabajo para conseguir la obra bien terminada que la propia publicación.
Mantente firme frente a la adversidad.
Este es un consejo muy británico. Se refiere a cuando Tolkien, enfermo y con su hijo desaparecido mientras servía en la Royal Navy, decidió centrarse en la escritura mientras seguía dando clases. Aunque no quería, aunque se le hacía imposible, Tolkien siguió escribiendo, aunque fuera poco a poco. El Hobbit le costó siete años.
Deja que tus intereses guíen tu escritura.
El interés de Tolkien por los lenguajes comenzó en su juventud y posteriormente se convirtió en un especialista. A través de la filología conoció los cuentos y las tradiciones del norte de Europa y a medida que aprendía más pasión sentía por crear sus propios lenguajes e historias relacionadas, sus culturas, sus pueblos. Según Tolkien, si no escribes algo que está dentro de tu corazón, el resultado será algo plano y sin vida.
La poesía como camino a la prosa.
Apasionado de la poesía, Tolkien pasaba de la prosa al verso cuando no podía expresar bien las emociones y sentimientos que quería plasmar. De hecho, escribió en varias ocasiones en verso como borrador y base para capítulos de El señor de los anillos. Según él, escribir en verso hace que tu cerebro trabaje de una manera más profunda sobre el lenguaje, la estructura y los artefactos literarios necesarios para conseguir una mejor prosa.
Puedes ser el siguiente autor superventas.
Tolkien siempre fue muy humilde con respecto a su propia obra y, desde luego, jamás esperó el enorme éxito que recibió El señor de los anillos, escrito a ratos, en una casa alquilada y algo desconchada. Al poco tiempo de publicar, él, un autor amateur sin aspiraciones, se encontró en portada de periódicos e incluso en boca de políticos. Para él fue la demostración de que cualquiera puede conseguir el éxito, eso sí, a través de un largo, tedioso y perfeccionista proceso de trabajo.
Vía: Writing is a hard work
El señor de los anillos