- Poe sentía un especial amor por los gatos.
- Su gata Catterina le acompañaba siempre a la hora de escribir.
Edgar Allan Poe tenía un acompañante especial cuando llegaba la hora de escribir, su querida gata Catterina. Según se cuenta, Catterina era una gata atigrada cuyo amor por Poe le llevó a ser nombrada por él mismo, en varias ocasiones, como la guardiana de su obra literaria y se representó en varias ocasiones al propio autor americano escribiendo con la gata reposando sobre su hombro, como si pudiera estar revisando el texto desde las alturas.
Es imposible no hablar de gatos y Poe sin hacer mención a El gato negro, uno de sus relatos más conocidos y en el que el gato protagonista se llama Plutón. El paralelismo con el propio Poe y sus demonios parece hasta evidente, ya que el protagonista de El gato negro es un hombre bueno que acaba atormentando al gato -y a todos los que le rodean- debido a sus problemas con el alcohol.
Sin embargo, su relación con Catterina era muy diferente a la del gato negro de su historia -no hubo asesinatos por el medio- y se mantuvo durante años. La gata fue uno de los pocos consuelos de su esposa Virginia durante las épocas en que Poe abandonaba su casa para ir a probar fortuna con la escritura… cayendo de nuevo en la depresión y el alcoholismo. De hecho, una de las últimas menciones que se tiene de Catterina se refiere a ella junto a Virginia convaleciente de tuberculosis, pocas días antes de su muerte. Poco se sabe de la gata a partir de ese momento, aunque hay testimonios que indican que vivió con Poe y que falleció un par de semanas tras el autor de Baltimore.
En 2012 aparecieron 3 gatos en la casa museo de Poe en su ciudad natal. Uno de ellos, una preciosa gata atigrada, fue llamada Catterina y adoptada por uno de los guardas del museo.
Edgar Allan Poe