- Los últimos días de Roger Lobus es una arriesgada propuesta literaria.
- Gual vuelve a Sierpe, su ciudad imaginaria, más personal que nunca.
Para aquellos que no conozcan la obra de Óscar Gual, decirles que se pierden algunas de las propuestas más interesantes de los últimos años dentro del mundo de la literatura. Al menos desde el punto de vista de un autor que no tiene problemas en arriesgarse y presentar historias y maneras de narrar que se salen de lo habitual.
En Los últimos días de Roger Lobus, Gual vuelve al escenario donde se siente más cómodo, la ciudad de Sierpe, un lugar que es España, sobre todo en su fundación, pero que tal y como nos la presenta se convierte en un reflejo onírico de muchas ciudades del Levante español, inmersas en corruptelas, locuras arquitectónicas y gente que, pese a todo, tiene un espíritu que les permite seguir adelante.
Según su sinopsis:
Junior, el hijo politoxicómano del exalcalde Roger Lobus, decide regresar a la ciudad de Sierpe cuando, tras sufrir una sobredosis que a punto está de acabar con su vida, se entera de que a su padre le han diagnosticado un cáncer terminal. Esta coincidencia de hechos, junto con la vieja obsesión de Junior por la cuestión de la muerte, le impulsará a retomar su maltrecha relación.
La novela narra los últimos días que ambos pasarán juntos en la aparente calma de una habitación de hospital, por donde asomarán, entre otros, un camarero ruso que odia a la gente maleducada, un psicópata aficionado a las artes marciales que acusa de todos sus problemas a Kurt Cobain, un gánster deforme propietario de una línea de perfumes o una banda terrorista cuyas siglas no respetan los derechos de propiedad intelectual.
Los últimos días de Roger Lobus expande el universo de Sierpe, la ciudad imaginaria en la que el autor recrea sus obras anteriores, y se acerca a uno de los temas recurrentes de la literatura universal: la muerte (o la muerte del padre), con una perspectiva sagaz e incómodamente divertida, alejada de la gravedad y trascendencia con la que habitualmente ha sido tratada.
Y es que Los últimos días de Roger Lobus es una novela sobre la muerte, sobre la pérdida, el tiempo, pero siempre alejado de la búsqueda de un sentido último y definitivo. Gual nos va desgranando piezas de su imaginario en un flujo de consciencia que salta desde escenas de Juego con la muerte a subtramas ambientadas en un lejano planeta donde se dirime el futuro de la humanidad. Un ejercicio de surrealismo pop que, al final, desenmascara al propio narrador obligándole a luchar con su propia creación mano a mano en una pelea digna del mejor cómic de superhéroes.
Muy recomendable si se busca una narración diferente, contemporánea, que se aleje de convencionalismos, escuelas y modas. Gran trabajo de la gente de Aristas Martínez en la edición y una excelente cubierta de Sergio Mora.
Óscar Gual
Los últimos días de Roger Lobus