- En Alemania no se pueden emitir contenidos eróticos o muy violentos entre las 06 y las 22 horas.
- Acaban de pasar esta prohibición a los ebooks.
Al parecer, en Alemania tienen una ley que impide la venta de ebooks eróticos en horarios normales, es decir, entre las seis de la mañana y las diez de la noche. Esta ley, que data de 2002 y que busca… bueno, no sé exactamente qué puede buscar, aunque por lo que he leído se trata de una medida de protección a los menores.
Al parecer se trata de la Jugendmedienschutz-Staatsvertrag, ley de protección al menor que ahora quiere aplicar fuertes sanciones a las librerías online que tengan a la venta libros eróticos, extremadamente violentos o de ideologías políticas radicales en esta franja horaria.
En las librerías tradicionales, estos libros se guardan en la trastienda o bajo el mostrador. Lo que me llama la atención es que en Alemania existe una palabra para esta práctica, bückware, que se acuñó durante el auge del partido nazi y que se extendió a los comercios de la RDA durante la Guerra Fría, no sólo hablando de libros, claro, sino de otros productos prohibidos y que se mantenían fuera de los ojos más inquisitivos.
Entonces, ¿por qué se ha prohibido la venta de ebooks eróticos entre las 6 y las 10? Pues bien, como los ebooks no se consideran libros, sino que están dentro de la categoría «telemedia», van a empezar a aplicarles las mismas leyes que a las películas eróticas o violentas, que deben ser emitidas siempre fuera de este horario protegido.
Dejando a un lado también la locura de asimilar ebooks a películas sólo por compartir canal de distribución -¿Internet? ¿El mundo digital?- llega el problema de aplicar la regla a negocios que venden en todo el mundo. ¿Qué horario de 6 a 10 hay que poner? ¿El de la tienda o el del comprador? Un verdadero sinsentido.
El fondo de la cuestión va más allá y está en uno de los principales escollos para el cambio del IVA aplicado a los ebooks. Por ahora, están considerados como un servicio de Internet y no como libros, por lo que el tipo de IVA que se les aplica es muchísimo más alto. Pese a las numerosas peticiones de la industria, esto no se ha cambiado en los últimos años. Este ejemplo, en el que los libros son tratados como lo que no son, hace patente la necesidad de un marco regulador para los libros electrónicos que reconozca lo que son: ¡libros!
Vía: The next web