- En Google Play hay cientos de libros pirateados a la venta.
- Otras webs, como mercadolibre, también ofrecen ebooks piratas de pago.
No hay más que entrar en Google Play y hacer una sencilla búsqueda para encontrarse con cientos de libros puestos a la venta por alguien que no tiene nada que ver ni con los autores ni con las editoriales que los han publicado. En ocasiones, hasta se mantiene el logo de la página de ebooks gratis desde donde se los han descargado. ¿El problema? La respuesta de Google ante las denuncias de esta situación es, cuando menos, lenta y laxa. Pero el problema va más allá: no es la única web donde sucede esto.
La situación roza el absurdo. Libros duplicados a la venta en Google Play, unos por parte de la editorial y otros por parte de usuarios que han bajado los epub gratis desde las páginas de descarga y los han subido a Google Play poniéndoles su propio precio. Lo mismo pasa en otras webs, como la de compraventa de segunda mano mercadolibre, en la que se venden ebooks de la misma manera.
¿Cómo se controla esta situación?
En Google Play, a la hora de subir un libro, te hacen perjurar cuarenta veces que eres el poseedor de los derechos de explotación, pero no hay nada más aparte de tu palabra. Eso quiere decir, en la práctica, que cualquiera puede subir un ebook y ponerle precio. ¿La solución que aporta Google? Un formulario para quejarse. ¿La respuesta? Al parecer es lenta e ineficiente. Tras hacerse pública esta situación -después de meses de quejas- se eliminaron muchos libros duplicados. Al día siguiente volvían a estar en Google Play como si nada hubiera pasado.
En el caso de mercadolibre la situación es más complicada, ya que apenas hay respuesta de los administradores y algunos autores, como Claudio Cerdán, han pasado a hablar directamente con los piratas para pedirles que dejen de lucrarse con su trabajo, descubriendo a más usuarios que se dedican de manera habitual a este negocio. En este caso poco se puede hacer si la administración de la web no se implica o se echa mano de un abogado.
¿Por qué sucede esto?
En el caso de mercadolibre, por la ausencia de control sobre este tipo de ventas, de productos -en su origen, servicios- digitales. Aquí se vende desde coches a fiambreras, sin ningún tipo de control implementado para controlar este tipo de ventas. Yo, si fuera mercadolibre, no dejaría vender ebooks, pero eso es algo que tienen que decidir sus dueños.
En Google Play esto ha sucedido por el interés que hay en coger el máximo trozo de pastel posible de la autoedición. Cuantos más libros a la venta haya, mejor. Cuanto más fácil sea publicarlos, mejor todavía. Si se diferenciara entre autoedición y publicación editorial esta situación se haría más difícil, pero eso, por lo visto, no entra en los planes de Google -ni en los de ninguna grande, como Amazon-. De hecho, Amazon también ha tenido problemas con libros pirateados, pero suelen ser de autores muy poco conocidos o autopublicados. Digamos que cuida más el producto que sus competidores.
¿Pero de cuánto dinero estamos hablando?
No se puede decir que Google Play sea el mercado más importante en la venta de ebooks, igual que mercadolibre, pero ya no es una cuestión de volumen, que existe, aunque sea poco, sino de la inseguridad que vuelve a recaer sobre el mercado editorial y los ebooks. Si ni siquiera Google se preocupa por mantener un mínimo de seguridad con respecto a los derechos de autor en su propia tienda, es muy difícil que a las editoriales y a los autores les quede otra solución que la resignación.
Google se ha llevado una parte de cada una de las transacciones realizadas. ¿Piensa compensar a esos autores? ¿O dará, como es habitual en el gigante de Internet, la callada por respuesta?
Si queréis saber más sobre este tema, os recomiendo visitar el blog Sense of Wonder, el cual lleva varios días informando de esta situación.
Google Play, Google y el logotipo de Google son marcas comerciales registradas de Google Inc., que se deben utilizar con permiso.
Autores relacionados:
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.