La Asociación de Bibliotecarios de América mantiene un registro constante de todas las quejas que se reciben tanto en colegios como en bibliotecas públicas sobre libros considerados inapropiados, odiosos o incluso malignos. Aprovechando la Semana de Libros Prohibidos, donde reivindican más que nunca la libertad de expresión y de acceso a la cultura, suelen publicar un listado de los libros que más quejas han recibido a lo largo del año. En esta ocasión, sin embargo, me gustaría echar la vista atrás y comentar los libros que más han soliviantado al personal durante los primeros años del siglo XXI.
En el puesto número cinco de este listado encontramos todo un clásico de la literatura norteamericana, De ratones y hombres, de John Steinbeck. De hecho, viene siendo prohibido y censurado desde su publicación en 1937. Por lo visto, la naturaleza descarnada de la narración de Steinbeck es demasiado realista para algunas mentes bienpensantes.
En el cuatro tenemos Tres con Tango, de Justin Richardson y Peter Parnell. Este libro infantil que trata de normalizar una situación cada vez más habitual, la de una pareja homosexual criando a un niño, ha levantado las iras de grupos conservadores desde que apareció. Su presencia en algunas bibliotecas escolares ha levantado ríos de tinta y una fuerte polémica.
La guerra del chocolate ocupa el número tres. Robert Cormier publicó en 1974 este libro juvenil cargado de realidad, es decir, con contenido sexual, violencia y un lenguaje explícito. En el año 2000 incluso llegó a ser retirado de algunas bibliotecas por ser «profano» y en el 2001 se intentó volver a prohibir por ser pornográfico. Sigue siendo uno de los favoritos de los jóvenes americanos.
En el número dos encontramos Alice, una serie de libros escritos por Phyllis Reynolds Naylor que no ha sido publicada en castellano. De nuevo es un libro juvenil que trata los tópicos adolescentes desde una perspectiva real, así que se habla de citas, sexo, problemas familiares, religión… vamos, un combo perfecto para los guardianes de la moral que no paran de tratar de retirar este libro de las bibliotecas.
Y en el número uno de los libros más odiados, vilipendiados y denunciados… nos encontramos con la serie entera de Harry Potter escrita por J. K. Rowling. Acusada de incitar a los niños a la violencia, la brujería, el satanismo y quién sabe a cuántas perversiones más, cada año se reciben cientos de quejas sobre estos libros. No importa lo famosos que sean ni que sean adaptados al cine, no hay descanso para los que buscan la censura de ideas que se alejen de sus estrictos sistemas morales.
¿Y vosotros? ¿Qué os parecen estos libros? ¿De verdad habría que prohibir alguno? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.