La conjura de los necios podría ser calificada como el libro de culto por excelencia, ya que no sólo tiene una historia potente, original y no del agrado de todo el mundo, sino que su propia trayectoria, y la de su autor, John Kennedy Toole, son toda una leyenda dentro del mundo de la literatura.
John Kennedy Toole trabajó como profesor de literatura mientras estudiaba en Columbia y pasó por varias instituciones hasta ser reclutado por el ejército de los Estados Unidos. Toole enseñó entonces inglés a los reclutas puertorriqueños que sólo hablaban castellano. Fue en esta época cuando comenzó a escribir La conjura de los necios, que más tarde terminaría en casa de sus padres.
La conjura de los necios inició entonces su odisea. Rechazado por Simon & Schuster, pese a que trabajó en su edición de manera incansable, la mala opinión de otros críticos acabó por hacerle dejar la novela. Toole nunca se recuperó de este fracaso y durante un largo viaje por Estados Unidos, decidió quitarse la vida.
Su madre nunca dejó de mover el manuscrito de La conjura de los necios, así que algunos años más tarde, y tras varios rechazos entre tanto, logró que el escritor Walker Percy se interesara por ella y fuera finalmente publicada. Era el año 1980.
En 1981, La conjura de los necios recibió el Premio Pulitzer de novela.
Según su sinopsis:
El protagonista de esta novela es uno de los personajes más memorables de la literatura norteamericana: Ignatus Reilly -una mezcla de Oliver Hardy delirante, Don Quijote adiposo y santo Tomás de Aquino, perverso, reunidos en una persona-, que a los treinta años aún vive con su estrafalaria madre, ocupado en escribir una extensa y demoledora denuncia contra nuestro siglo, tan carente de teología y geometría como de decencia y buen gusto, un alegado desquiciado contra una sociedad desquiciada. Por una inesperada necesidad de dinero, se ve «catapultado en la fiebre de la existencia contemporánea», embarcándose en empleos y empresas de lo más disparatado.
La identificación de Toole con Ignatius, su muerte, la injusticia de una obra literaria condenada al olvido, la fuerza misma de la novela, el gran premio literario… todo piezas que encajan a la perfección para hacer de La conjura de los necios el libro de culto canónico. Una novela que no puedo dejar de recomendar, pese a la dureza que a veces supone darse cuenta de lo mucho que puedes parecerte a ese protagonista del que preferirías renegar para siempre.
¿Y vosotros? ¿Habéis leído La conjura de los necios? ¿Qué os parece?
John Kennedy Toole
La conjura de los necios