Se dice, se rumorea, se comenta, que la industria editorial española está en crisis. El año pasado bajó casi un 20% la producción de títulos y un 11% las ventas. Si miras las mesas de novedades de las grandes librerías encontrarás dos tipos de portadas: las pseudo 50 sombras de Grey o las de una mujer de espaldas mirando al infinito. Sí, es posible que estemos ante el fin de una determinada industria editorial, no lo pongo en duda. Pero en el universo de los libros hay más sitios donde buscar.
En los últimos años han surgido, y desaparecido, un buen número de editoriales nacidas sin la pretensión de convertirse en máquinas de hacer dinero. Dedicarse a la edición sin un gran grupo detrás es lanzarse al vacío con la esperanza de que tu pasión por la literatura va a ser compartida. A veces funciona. A veces no.
En la actualidad tenemos un amplio abanico de estas editoriales, muchas de las cuales permanecen desconocidas para el gran público, pero cuyos catálogos merecen nuestra atención: de un tiempo a esta parte es probable que sea ahí donde se esconde gran parte de la buena literatura que echamos en falta.
¿Quiénes son? Me gustaría destacar algunas (como siempre, esto se convertirá en un listado incompleto) cuyos libros me han interesado personalmente.
Sajalín. Bautizada con el nombre de la isla donde vivió Chéjov, y descrita en Un asesinato, esta editorial ha publicado libros como los cuentos completos de Beppe Fenoglio (Un día de fuego), Mal dadas, de James Ross, o No hay bestia tan feroz, de Edward Bunker. Eclécticos y sorprendentes.
Gallo Nero. El gallo negro de las botellas de chianti clásico da forma a esta editorial que apuesta por recuperar clásicos inéditos o casi imposibles de encontrar. Detrás del volcán, de Lowry, Metrópolis, de Thea von Harbou o Los últimos días de Quenau, destacan en un catálogo todavía corto, pero interesante.
Pálido Fuego. Llamada así a partir de una novela de Nabokov, Pálido Fuego ha logrado dar un paso hacia delante gracias a su colaboración con otra indie -esta un poco más grande-, Alpha Decay, al coeditar el bombazo alternativo del año: La casa de hojas. Pero además, podemos encontrar La escoba del sistema, de Foster Wallace, o Todo va bien, de Socrates Adams. Originales y aficionados al riesgo.
Nevsky. La avenida Nevsky es una de las calles más famosas del mundo, la vía de entrada a San Petersburgo. Y la gente de Nevsky es la vía de entrada a todo un mundo casi desconocido para la mayoría de los lectores: la literatura de la Europa Oriental. Desde nuevas traducciones de Dostoyevski a los cuentos actuales de Anna Starobinets, Nevsky tiene un catálogo de lo más variado. Su edición de El maestro y Margarita es una gozada.
En nuestro próximo artículo seguiremos hablando de estos valientes de la edición. ¿Y vosotros? ¿Compráis libros de editoriales independientes? ¿Cuáles os llaman más la atención? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
Anna Starobinets
Beppe Fenoglio
David Foster Wallace
Edward Bunker
Fiódor Dostoyevski