Ha vuelto de Timur Vermes es uno de los éxitos editoriales del año pasado en Alemania, una historia que parte de una premisa, cuanto menos, provocativa.
Hitler se despierta en mitad de un descampado en Berlín. No recuerda cómo ha llegado allí, pero le llama la atención el silencio: no hay bombardeos, ni el ajetreo propio de los últimos días de la guerra. No le cuesta mucho darse cuenta de que sea lo que sea que le ha pasado, ya no se encuentra en la Alemania de 1945, si no en la actualidad. Pronto averiguará que lo que le ha pasado deja de tener importancia frente a saber qué le ha pasado a Alemania, cómo acabó la guerra, qué paso con los suyos y con sus ideas. Pero, en primer lugar, debe atender a su propia supervivencia: sin documentación, sin lugar de residencia y, sobre todo, vestido de uniforme, lo que todos toman por un disfraz. El mejor disfraz de Hitler que han visto en su vida. Porque, qué mejor imitador de Hitler que el propio Hitler, quien, demostrando una capacidad de adaptación prodigiosa, consigue que lo tomen por un cómico y no por un chalado.
Consigue un trabajo como imitador de sí mismo en un programa de televisión, descubriendo el poder de los nuevos medios de comunicación, y aplicando su visión estratégica a su nuevo trabajo. Sus arengas propagandísticas son tomadas como sátiras políticas, la incomodidad que producen sus palabras, como espejo de la realidad. Pero Hitler tiene una agenda oculta, no puede ser de otra forma.
Vermes aprovecha esta premisa, para radiografiar la sociedad alemana (podría ser cualquier sociedad occidental) pero no intentado hacer una crítica social al uso, ya que en todo momento es la mirada miope del nacionalsocialismo la que interpreta la fotografía. Son las referencias personales del propio Hitler, a sus vivencias anteriores y a sus subordinados, los momentos más cómicos, junto a sus intentos de entender la cotidianidad que le rodea.
El libro, aunque muy entretenido, es un poco farragoso, al tratarse en todo momento de una historia contada en primera persona que trata de imitar el estilo grandilocuente que todo líder mundial debe cultivar.
Timur Vermes
Ha vuelto