El precio y formato de los ebooks es una cuestión que desde Lecturalia llevamos siguiendo desde hace tiempo, sobre todo porque, pese al desarrollo del mercado del libro electrónico, seguimos viendo un claro desencuentro entre autores, editores y lectores.
Sin duda, la percepción del lector -que es el cliente final de la industria- sobre el valor y precio del libro electrónico es la que define (y definirá) el futuro de los ebooks. Hoy por hoy la situación no es muy buena, ya que los errores iniciales por parte de grandes grupos editoriales han creado un caldo de cultivo fantástico para las webs de descarga de libros.
Aunque las ventas de e-readers se han estancado en los últimos años, siguen siendo uno de los regalos estrella de la Navidad. Sed sinceros, a que la primera pregunta que os hace un «recién regalado» es ¿dónde puedo descargar libros gratis? La idea de que los ebooks carecen de valor por ser un producto digital se ha instalado en la mayor parte de la gente. Y no sin razón: en la mayor parte de tiendas digitales no se compra el libro sino que se adquiere una licencia de uso, por no hablar del DRM, la mala maquetación o el alto precio, problemas que, aunque se van resolviendo poco a poco, ya han producido un enorme rechazo.
El caso es que sí, que también se compran ebooks. Pese a todo, hay un mercado esperando lanzarse, pero que se enfrenta a desafíos que deberían haber sido abordados hace tiempo. Uno de ellos es la diferenciación de un ebook de su equivalente físico. Si el ebook es un simple volcado del libro, más vale que lo regalen, como hacen algunas editoriales nuevas, con la compra. El ebook tiene que ser diferente, tiene que ofrecer contenido enriquecido, además de aprovechar correctamente las capacidades técnicas que ofrece la tecnología.
El otro reto, casi más importante, es el del precio. Vencer la resistencia del consumidor habituado a lo gratuito es difícil y por eso, supongo, crece la oferta, y la idea, del 0.99. Hay que dejarlo claro, hoy por hoy con novelas a 0.99 no se puede ganar dinero. Que no tiene por qué ser un objetivo para el autor, pero la verdad es que siempre ayuda para poder dedicarse a la literatura. Yo, personalmente, soy más partidario de abandonar el formato novela como objetivo exclusivo y abrazar de nuevo el relato, la novela corta o la publicación por entregas. En el mundo de la música se está empezando a cuestionar el formato álbum frente a la vuelta al single. Ahí sí que precios de uno o dos euros tienen sentido. Hay que tener en cuenta que detrás de un libro, sea electrónico o no, hay una serie de profesionales que han trabajado para ofrecer una calidad determinada.
¿Y vosotros? ¿Os importa esa calidad formal o con que se pueda leer ya tenéis suficiente? ¿Cuánto estáis dispuestos a pagar por un ebook? ¿Un euro os parece bien? ¿Cinco euros os parece demasiado? ¿Qué os animaría a comprar un ebook? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.