Los nombres muertos es la segunda novela publicada de Jesús Cañadas tras El baile de los secretos (2011) y nos presenta una historia protagonizada nada más y nada menos que por el escritor americano H. P. Lovecraft y varios de los miembros de su círculo de amistades, como Frank Belknap Long o Robert E. Howard, además de su esposa (o exesposa), Sonia Greene.
Los nombres muertos es una novela de aventuras al estilo más clásico. Tenemos un grupo de aventureros (en este caso no podemos hablar exactamente de aguerridos aventureros, quizá de académicos aventureros) en busca de un tesoro secreto: el terrible Necronomicón, libro inventado por Lovecraft en sus relatos… pero que, de repente, se convierte en objeto de deseo por parte de los más infames amantes de lo oculto de principios de siglo. En un viaje que les lleva de Providence a Damasco, pasando por media Europa, los protagonistas sufrirán numerosas persecuciones, tiroteos, peleas, traiciones y sorpresas y se encontrarán con personajes del calibre de Aleister Crowley o Fernando Pessoa.
Cañadas utiliza en Los nombres muertos a Lovecraft y sus acompañantes mezclando con habilidad el verismo de los personajes con una historia divergente, inventada, a través de la cual hace cambiar y evolucionar a sus protagonistas. El Lovecraft del inicio del libro es muy parecido al real, sin embargo, el del final, poco tiene que ver con el que conocemos. Ese uso de los personajes resulta muy interesante, tanto para los que conocemos su vida y milagros como para los que llegan a ellos por primera vez.
Los nombres muertos destaca por la rapidez de su trama y lo bien encajados que están sus distintos episodios, así como por unos diálogos muy bien armados. El libro se disfruta con una sonrisa en el rostro y para los aficionados a la obra de Lovecraft hay un sinfín de detalles y guiños. En el debe, quizá la novela se alarga demasiado con el mismo esquema y algunos pasajes resultan repetitivos, retrasando un muy buen final al que se llega algo desorientado tras numerosos clímax y anticlímax.
En cualquier caso, una buena novela de aventuras con toques fantásticos, más que recomendada para los seguidores de Lovecraft y para cualquiera con ganas de pasar un buen rato inmerso en el exótico ambiente ocultista de principios del siglo XX.
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(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.