Autores que nos dejaron en 2013

El año 2013 no ha sido bueno con la literatura. Por desgracia, han sido bastantes los autores que han muerto en los últimos doce meses, incluyendo algún Premio Nobel y un buen número de eternos aspirantes al premio. Hoy en Lecturalia vamos a recordar a algunos de ellos.

– Chinua Achebe fue durante años el autor africano con más números para llevarse el Nobel. No muy conocido en España, su obra más importante es Todo se desmorona, una novela de los años 50 en la que mezclaba tradición oral y mitos occidentales.

– Iain Banks destacó tanto por sus novelas de ciencia ficción, publicadas como Iain M. Banks, como por el resto de su narrativa. El creador de la serie de La Cultura fue un activista de izquierdas y una voz muy escuchada en Inglaterra. Con sólo 60 años, una pérdida temprana.

– Elsa Bornemann también nos dejó en mayo de 2013. Esta autora argentina fue una de las grandes escritoras de literatura infantil y juvenil de su país, con decenas de libros, hoy clásicos en las escuelas. Ganó el Nacional de Literatura Infantil y entró en la prestigiosa lista de la IBBY.

– Tom Clancy destacó por su carrera de más de treinta años al frente de las listas de ventas gracias a sus best-sellers sobre la inteligencia americana y sus guerras secretas por el mundo. Suyos son verdaderos clásicos del espionaje llevados al cine como La caza del octubre rojo, Peligro Inminente o Juego de patriotas.

– Stéphane Hessel ocupó un puesto destacado en nuestras librerías gracias a ¡Indignaos!, libro de cabecera para muchos en el 2011 y que formó parte del ideario del movimiento 15M. Su obra y su vida deberían servir de ejemplo para muchos.

– José Luis Sampedro. Auténtico maestro de las letras y uno de los autores más lúcidos de las últimas décadas, su muerte a los 96 años se llevó muchas reflexiones todavía por nacer. Su obra, tanto ensayística como narrativa, fue ejemplar y todos recordamos obras como El río que nos lleva, La sonrisa etrusca, El amante lesbiano o La senda del drago.

– Elmore Leonard escribió numerosas obras de genero negro y criminal. Sus novelas, relatos y guiones configuraron cuarenta años de género en Estados Unidos. Películas como Cómo conquistar Hollywood, Jackie Brown, o la serie de televisión Justified, así lo atestiguan.

– Doris Lessing recibió el Premio Nobel en 2007 como reconocimiento a toda una carrera vital dedicada a las letras y a la lucha en defensa de los más desfavorecidos desde que iniciara su carrera en 1950 con Vencida por la sabana. Una pérdida irreemplazable.

– Richard Matheson fue uno de los grandes autores del género fantástico del siglo XX. Muchos de sus cuentos y novelas fueron llevados a la gran pantalla, como El increíble hombre menguante o, tal vez, su obra más conocida: Soy leyenda. A lo largo de su carrera recibió premios como el World Fantasy Award o el Stoker.

– Si alguien era el maestro de la ciencia ficción y la aventura, ese era Jack Vance. Maestro de maestros, novelas como Los príncipes demonio, El último castillo o Lyonesse hicieron de Vance uno de los referentes del siglo XX para cientos de escritores.

– Frederik Pohl nos dejó en septiembre, confirmando un año nefasto para el género fantástico. Pohl fue tan buen escritor como editor: de sus manos salieron algunos de los más grandes autores del siglo XX y al mismo tiempo ganó premios como el Hugo o el Nébula.

– Tom Sharpe fue poseedor de una de las plumas más afiladas de Inglaterra. Sus estudios de antropología y sus numerosos trabajos académicos le brindaron la posibilidad de diseccionar la sociedad inglesa con una fiereza tranquila y muy británica. Su personaje Wilt es uno de los inmortales del humor.

– Javier Tomeo quizá no fuera tan conocido como otros autores españoles de su generación, pero lo cierto es que su obra merece un aplauso sincero y una revisión. Tras 45 años de carrera literaria, Tomeo llegó a publicar en 2013 su último libro, Constructores de monstruos, novela de humor negro y goyesco, que se hace, hoy, necesaria.

Estos son sólo algunos de los autores que este 2013 nos ha arrebatado. La lista es, por desgracia, más amplia. Esperemos que el 2014 nos trate mejor y en lugar de desapariciones nos traiga más libros, novelas y ensayos por descubrir.