O eso dice ella. Lo cierto es que ya hace tiempo que el crimen en cuestión se cometió: se refiere al asesinato de Julia Wallace en 1931 que resultó, en su época, de un interés mundial, llegando a ser comparado con los asesinatos de Jack el Destripador por la cantidad de artículos, cuentos y novelas que ha inspirado a lo largo de los años. De hecho, la propia James escribió La calavera bajo la piel en 1982 donde se puede apreciar una gran similitud entre ambos casos.
William Wallace fue acusado de matar a su mujer a golpes. Su única coartada era una extraña llamada a su club de ajedrez en la que un desconocido dejó un recado para encontrarse con él en una dirección que resultó no existir. Según el marido, cuando llegó a casa su mujer estaba muerta. Durante el juicio, el fiscal insistió en que aquella llamada la había realizado el propio Wallace y, finalmente, fue declarado culpable y condenado a la horca. Sin embargo, en una posterior apelación su coartada funcionó mejor y se le puso en libertad.
Ahora, años después, P. D. James afirma que sí, que aquella llamada existió, pero que fue una broma de un joven local conocido de Wallace que quería hacerle pasar una mala tarde. Quizá una broma que llevó al límite a Wallace, una persona irascible y depresiva, que, después de todo, sí que fue el culpable del asesinato.
James ha anunciado sus conclusiones y ahora está un paso más de parecerse a Jessica Fletcher como autora e investigadora, aunque el caso, como ya hemos dicho, estuviera un poco más que frío. Eso sí, no es la única, otras autoras como Patricia Cornwell -de la que os hablamos aquí– es una verdadera detective aficionada y ha intervenido en varios casos reales, además de afirmar, igual de resuelta que James, que el pintor Walter Sickert era el culpable de los crímenes de Jack el Destripador.
¿Y vosotros? ¿Conocéis a algún otro autor que haya dado el paso de la ficción a la realidad convirtiéndose en todo un detective? Os recordamos que Richard Castle, pese a sus libros, sigue siendo un personaje de ficción.
La calavera bajo la piel