Me es difícil hablar de Corona de flores ya que a medida que leía la novela me daba la impresión de que el autor había estado arrancando imágenes de mi cabeza, ideas que guardaba para mis propios relatos, y me las estaba lanzando una tras otra, construyendo una historia que contiene numerosos guiños a un cierto inconsciente colectivo de los amantes a lo oscuro, grotesco, decadente y artificioso.
Dicho esto, y así ya os pongo sobre aviso, Corona de flores es una novela criminal ambientada en la Barcelona de finales del siglo XIX, una ciudad industrial en la que las diferencias sociales entre obreros, burgueses y aristócratas han formado un hervidero en el que los anarquistas son un peligro social y las cargas policiales a caballo, el pan nuestro de cada día. En medio de esa ciudad de contrastes Calvo traza la historia de unos crueles asesinatos y su posterior investigación, a cargo primero del enano y sádico inspector Semproni de Paula y luego el desquiciado e inteligente Menelaus Roca, más conocido como El Trasgo por su aversión a la luz solar.
Corona de flores es un compendio de personajes dañados, llenos de fisuras por los que pierden la vida y el alma. Algunos de ellos luchan por mantenerse, por lo menos, vivos, mientras que otros ya muestran al exterior su imagen de muertos por dentro. El estilo que Calvo dibuja se acerca más al decadentismo propio de autores como Emilio Carrere e incluye en ellos buena parte de una imaginería propia del romanticismo y de la literatura gótica, heredero de Poe, pero también de Machen o Doyle. Así nos encontraremos con catacumbas, experimentos prohibidos, simbología ocultista y bohemios nihilistas. Todo envuelto en esa ciudad de Barcelona, en pleno proceso de expansión y de cambio, tanto físico como social, con un toque final que recuerda mucho al mejor Joan Perucho.
En definitiva, una novela no apta para todos los gustos, en la que hay que dejarse llevar por el escenario que plantea Calvo a riesgo de perder el interés demasiado pronto, que no se corta a la hora de mostrar casquería, depravación y sexo a partes iguales, pero que enganchará a la primera a todos aquellos que busquen una novela de género diferente, cuidada y con un estilo preciosista a su decadente manera de ser.
Corona de flores