23 de abril. Día internacional del libro. Sant Jordi. Rosas y libros. Un año más intentamos dar en el clavo a la hora de hacer presentes literarios, procuramos encontrar el libro perfecto para su destinatario. No siempre acertamos, como es lógico. Tampoco tienen por qué acertar con nosotros; a más de uno le han tocado libros totalmente contrarios a sus valores e ideología, poco adecuados para su edad o muy opuestos a sus gustos habituales. Pero se puede ir más allá, se pueden obsequiar obras que son de lo más inadecuadas. A continuación os dejamos una pequeña lista de lo más sugerente:
Mi vuelta a la vida, de Lance Armstrong: La inspiradora historia de un ciclista campeón que superó el cáncer y todo tipo de obstáculos para regresar al ámbito profesional y ganar un montón de medallas. Muy conmovedor, o por lo menos lo era antes de que Armstrong se viera envuelto en un escándalo bastante feo de dopaje. En este sentido, mejor no regalar biografías de deportistas, políticos o miembros de familias reales. Nunca se sabe.
Matemáticas discreta y combinatoria: introducción y aplicaciones, de Ralph Grimaldi: A no ser que el destinatario del libro sea matemático, este mejor ignorarlo a la hora de hacer la lista de la compra para Sant Jordi (es admisible si el destinatario del libro es matemático, pero parece ser que a los aficionados a la discreta tampoco les hace especial gracia). Del mismo modo, mejor evitar cualquier libro excesivamente especializado y/o académico. Tampoco recomiendo regalar las Notas sobre la evolución fonológica del ruso comparada con la de otras lenguas eslavas de Roman Jakobson o el Finnegan’s Wake de Joyce, aunque este último se presta muy bien al hojeo ocasional en el cuarto de baño.
Aunque a muchos de nosotros nos pueda parecer divertido, hay padres a los que no les hace mucha gracia eso de soltarles tacos a sus hijos. ¡Duérmete ya, joder!, de Adam Mansbach, a pesar de su éxito viral, podría no ser el regalo ideal para los que tienen hijos pequeños, aunque nunca será tan bestia como el libro de Jennifer Stinson, The Inappropriate Baby Book, un encantador manual para rellenar con datos tan importantes como el color de la primera excreción del bebé o cuándo y a quién le orinó encima por vez primera. Para fortuna de los pobres niños que tendrán que encontrarse con estas anotaciones en el futuro, se trata de una obra que todavía no está disponible en español. Tampoco lo está Porn for New Moms (Pornografía para nuevas madres), repleto de imágenes de caballeros de muy buen ver realizando cosas tan excitantes como levantarse a las tres de la mañana para alimentar al bebé o cambiar un pañal.
A no ser que se trate de un obsequio para la pareja, no es buena idea regalar libros de alto contenido sexual. Hasta tu amiga más liberal podría verse avergonzada si te atreves a presentarle un libro erótico, y en este sentido es igualmente equivocado regalarle un Cincuenta sombras de Grey (o cualquiera de sus imitaciones recientes) que una Historia de O (bueno, no, no lo es, pero mejor no penetrar… perdón, profundizar, en ese tema). Y por mucho que nos lo ofrezcan como Sexo para Dummies, la traducción real de Sex for Dummies es Sexo para tontos, así que no, tampoco es una buena opción (a no ser que estés buscando alguna forma poco sutil de romper con tu pareja). Evitemos asimismo regalar libros de autoayuda, de dietas o cualquier cosa que pueda sugerir que el destinatario no es del todo perfecto.
Y en cuanto a vuestra lista de libros para regalar, ¿cuál no añadiríais ni aunque os pagasen por ello?