Hace poco que la figura de Hunter S. Thompson ha cobrado fuerza de nuevo. La reedición de alguno de sus libros más conocidos ha despertado el interés general por uno de los tipos más controvertidos del periodismo y la contracultura estadounidense del siglo XX.
Thompson pasó por el ejército, donde pese a ser alabado por su inteligencia no hizo buena carrera debido a sus pocas ganas de seguir órdenes. Allí dio sus primeros pasos como periodista y tras abandonar la armada se dedicó a estudiar escritura creativa mientras trabajaba como articulista freelance, en una carrera irregular que le llevó a viajar por todo el país. Sin duda, sus mejores artículos se publicaron en la Rolling Stone, analizando a su manera la política nacional.
Pero por lo que es más conocido Thompson es precisamente por su estilo a la hora de escribir, y vivir, sus artículos. El periodismo tiene un antes y un después en la obra de este peculiar escritor; si Truman Capote en A sangre fría noveliza el frío periodismo de la época, Tompson decide formar parte de la noticia y escribir periodismo como si se tratara de una novela. A lo largo de su carrera, Thompson se la jugó en varias ocasiones, como cuando se infiltró en la banda de los Ángeles del Infierno, que en la época eran de los más importantes traficantes de drogas, armas y blancas. No siempre se trataba de «infiltrarse», su seguimiento de la campaña presidencial de 1972 dio como resultado Miedo y asco en Las Vegas -obra que luego sería llevada al cine- o El Derby de Kentucky es decadente y depravado.
Esa manera de hacer propias las historias, de vivirlas en primera persona y luego volcar todo su propio pensamiento sobre el tema ha resultado de gran influencia en la obra de otros autores americanos de última generación, como Chuck Palahniuk o el malogrado David Foster Wallace.
Hunter S. Tompson se quitó la vida en 2005. La nota que dejó dice mucho de su personalidad y de cómo entendía la vida:
La temporada de fútbol se ha terminado. No más juegos. No más bombas. No más paseos. No más diversión. No más ir a nadar. 67. Eso son 17 más que 50. 17 más de los que necesitaba o quería. Aburrido. Estoy siempre cabreado. No es divertido -para nadie. 67. Te estás volviendo codicioso. Compórtate como deberías a tu (avanzada) edad. Relájate – Esto no dolerá.
Para profundizar más en la vida de Thompson aconsejo dos libros: El escritor gonzo, recientemente publicado por Anagrama, que comprende una selección de su enorme correspondencia, y también El último dinosaurio, a punto de salir en Gallo Nero, una recopilación de las entrevistas que concedió a lo largo de su vida.