De un tiempo a esta parte se está regresando a lo que comúnmente se llama lo natural. El hartazgo por los componentes artificiales, unido a la gratificación personal que produce la elaboración artesanal de determinados productos, ha disparado la producción casera de estos, sobre todo en el ámbito alimentario. Así, en los últimos años estamos viviendo una nueva edad de oro de los panes, las cervezas y la repostería. La crisis económica tal vez juegue un papel secundario en este proceso, ya que no se trata de productos excesivamente caros, ni por su precio de venta al público ni por el coste de los materiales. Vamos, que ni vamos a salir de pobres ni nos vamos a hacer ricos por el hecho de hornear un estupendísimo pan de centeno, miel e hinojo en vez de comprárnoslo en la enésima panadería de moda del barrio más guay de nuestra ciudad. En el caso de la repostería, además, se da cierto componente entre vintage y cool que hace que las magdalenas de toda la vida se hayan puesto de moda bajo la denominación de cupcakes.
¿En qué se traduce todo esto si nos ceñimos al aspecto editorial del asunto? Evidentemente, en que la oferta de publicaciones se ha incrementado. Muchísimo. Resulta casi imposible abarcarlo todo, aunque, puestos a destacar algún título sobre el primer ámbito, el de los panes, recomendaría sin reservas Aprendiz de panadero, de Peter Reinhardt. No obstante, en esta entrada me gustaría hacer un más difícil todavía y recomendar libros más «literarios» sobre estas materias.
En cuanto a la repostería, no hay color: la apuesta más lúdica es Un zombi se comió mi cupcake, de Lilly Vanilli, que tal vez fuera más apropiada para recomendarla de cara a Halloween, pero también podría valer para darles ideas carnavalescas. El libro de cocina que uno le regalaría a Calvin y su tigre Hobbes.
Sobre el aspecto etílico del asunto, háganme caso: tienen que leerse La cerveza… poesía líquida. Un manual para cervesiáfilos, de Steve Huxley. El autor es un personaje: dejó su Liverpool natal hace más de tres décadas para radicarse en el barrio barcelonés del Poble Sec, desde donde ha sido uno de los animadores incontestables del boom de la cerveza casera catalana de los últimos años. Este manual para elaborar cerveza en casa puede llegar a ser demasiado técnico, pero también contiene infinidad de datos interesantes, desde citas relacionadas con la cerveza hasta una breve semblanza histórica que despeja para siempre la eterna duda: sí, el proceso de elaboración de la cerveza fue el primer descubrimiento bioquímico de la humanidad, miles de años antes que el pan o el vino. Eso se merece otro brindis, ¿no?
Y por último, el libro panarra que necesitan leer es Hecho a mano, de Dan Lepard, EL gurú del pan casero, quien abrió durante este verano una panadería pop-up en San Sebastián, The Loaf, junto con el traductor de este hermoso libro, Ibán Yarza. A medio camino entre el recetario y el libro de viajes, Lepard consigue convertir el arte de hacer pan en una pasión. El libro que debería haber leído Patrick Rothfuss antes de meter la pata hasta el fondo con la receta de pan casero que hace Kvothe en el primer capítulo de El temor de un hombre sabio. (Una pista: página 16, dos últimos párrafos. Si encuentran el gazapo, compártanlo en los comentarios. Muchas gracias.)
Patrick Rothfuss