Un enólogo de fama mundial es asesinado en la Toscana y desde Roma mandan al comisario Cosulich para que se encargue de resolver el caso manteniendo la mayor discreción posible, ya que el asesinato ha despertado un interés internacional y hay varias personalidades importantes envueltas en la investigación.
El mayor acierto de La sangre de Montalcino es la extensa y laboriosa documentación que Negri ha preparado sobre el mundo del vino, no sólo en Italia sino también sobre otros países. Describe con acierto ese mundo de terratenientes, publicistas, enólogos y fanáticos que viven para y por el vino, creando una sociedad cerrada compuesta por grandes conocedores, acólitos y científicos vistos como artistas.
El resto del libro zozobra. Si bien el comisario Cosulich parece más interesante al principio, el personaje se va desinflando a medida que la novela se desarrolla, pasando de un prometedor inicio a una novela más de misterio que negra y que termina con un final en el que todos los sospechosos se reúnen a la misma mesa para que el detective desenmascare al pérfido (o pérfidos) culpables.
Pese a todo, el libro es entretenido. Las historias y anécdotas sobre el vino y su historia alegran la narración, siendo cada vez más bienvenidas que el propio desarrollo de la investigación del caso. Libro para pasar el rato, que agradará a los amantes de la novela enigma más clásica y, cómo no, a los que sientan curiosidad por los secretos de la industria del vino.
Giovanni Negri
La sangre de Montalcino