Leo con satisfacción que este mes de noviembre llega a las librerías españolas el último caso del comisario Kostas Jaritos, uno de los detectives de ficción que más me gustan de la narrativa de novela negra actual. El caso es que Jaritos es creación del autor griego Petros Márkaris, un escritor que no se muerde la lengua a la hora de denunciar públicamente la situación política y social de su país, tanto en ensayos, no hay más que leer La espada de Damocles, como en sus novelas.
Ese punto es el que más me gusta de las novelas de Márkaris, ya que recoge ese aspecto de denuncia social que la buena novela negra siempre ha hecho gala y que últimamente estaba siendo desplazada en favor del «caso más increíble todavía» o del «menú gastronómico más suculento». No es que tenga nada en contra de estos estilos, de hecho, me gustan, pero se agradece ver que Márkaris vuelve más combativo que nunca.
De entrada, Jaritos es un personaje amable, pero con un pasado. El pasado de ser policía durante la dictadura de los coroneles, una época durante la que muchos hicieron cosas de las que hoy en día se arrepienten. Aquí me gustaría hacer un inciso para explicar algo que, para mi sorpresa, mucha gente ignora. De 1967 a 1974 Grecia estuvo bajo una dictadura militar para luego pasar a una especie de plutocracia familiar que todavía dura. A muchos les suena raro que hoy en día haya un partido neonazi en auge. Sumen dos y dos y empiecen a preocuparse como lo hace Márkaris.
Pero a lo que vamos. Al comisario Jaritos le cae un verdadero marrón encima en Liquidación final. Con una Grecia polarizada, con ricos evadiendo impuestos y pobres cada vez más pobres, aparece un justiciero social que se cobra su primera víctima. Jaritos, con el sueldo recortado y con su hija buscando salidas en el extranjero, se enfrenta a un asesino que, pese a todo, cuenta con cierto apoyo en la calle.
Así que ya lo ven, Márkaris coge el toro por los cuernos y se lanza a una novela negra en la que analiza bien la crisis económica y cómo se encuentra socialmente su país. El autor griego estudió Economía antes de dedicarse a las literatura, así que, en esta ocasión, no vamos a encontrar a alguien que habla de oídas.
Petros Márkaris