Robopocalipis es el complicado título que Daniel H. Wilson le ha dado a su primera novela publicada en castellano, un obra de ciencia ficción que ha sido del agrado de la productora cinematográfica de Steven Spielberg, con lo que podríamos ver una adaptación -en cine o en televisión- en un futuro no muy lejano, eso si las máquinas no nos han extinguido antes.
El autor es ingeniero robótico, se nota, y es conocido por su labor como divulgador científico en revistas como Popular Mechanics, además de colaborar en medios como el Canal Historia.
Wilson no se complica demasiado la vida a la hora de escoger el formato para su libro y se decanta por el mismo que tan buen resultado le dio a Max Brooks en su Guerra Mundial Z e hilvana la historia a partir de relatos individuales de varios personajes que son unidos por un único protagonista. Pero vayamos al meollo de la cuestión. ¿De qué va Robopocalipsis?
Bien, situémonos en un futuro cercano: un científico crea una inteligencia artificial lo suficientemente lista como para escapar de su cuidadoso control y que se encarga de modificar a los cientos de miles de robots que sirven a los humanos para que se rebelen y tomen el control del mundo. Aunque esto parezca la introducción de Terminator 2, con el nacimiento de Skynet incluido, la mayoría de las historias se centran más en la aventura humana y la lucha contra un enemigo casi indestructible. Quizá Wilson peca en algunos momentos de emotivo, pero la lectura del libro se hace ágil y no decae en ningún momento. Eso sí, Robopocalipsis es un libro que apenas tendrá eco fuera del aficionado a la ciencia ficción, e incluso dentro de ese género no aporta idea nueva alguna, excepto, quizás, el diseño de los robots, donde se nota su gran formación en el tema.
En resumen, un divertimento para pasar el rato, bien escrito y que será, con toda seguridad, un proyecto parecido al que Spielberg ya nos ofrece con Falling Skyes, solo que sustituyendo alienígenas por robots de todo tipo y condición. Se espera que se pongan a ello en 2014, así que todavía tenéis tiempo para leer el libro.
Daniel H. Wilson
Robopocalipsis