Y seguimos con la segunda entrega de palabras de diferentes idiomas que no encuentran una traducción exacta. Hemos hablado de conceptos como wabi-sabi o hygge, que son extraños a nuestra cultura. En este grupo podríamos incluir también cosas tan curiosas como el toska ruso, una mezcla única de melancolía y aburrimiento, o la saudade portuguesa, esa añoranza del hogar y de lo conocido que tan bien se expresa en el fado. Tampoco he encontrado en español una traducción exacta para el tipo de humor anglosajón llamado tongue in cheek (literalmente, lengua en mejilla), que se refiere a comentarios que realizamos de manera aparentemente seria pero mordiéndonos el carrillo por dentro, para que no se nos escape la risa. Para este humor se recurre a menudo a la exposición de argumentos en apariencia absurdos o estúpidos, dichos o presentados de un modo serio, con la intención de producir contraste humorístico por su contenido. La intención es, con frecuencia, crítica. Ejemplos típicos serían los que podemos encontrar en escritores como Terry Pratchett o representaciones de cómicos como los Monty Python.
También hemos hablado de términos como schadenfreude, que describe una sensación que todos conocemos pero que no definimos de manera concreta. Algo similar ocurre con la expresión francesa esprit d’escalier (traducida de manera literal sería el espíritu de la escalera). Todos lo hemos experimentado pero no hay una palabra en nuestro idioma para definirlo. Se trata de esa respuesta ingeniosa y perfecta que se te ocurre cuando tu interlocutor ya no está presente, y que, por tanto, ya no sirve de nada. De nuevo, nos encontramos con conceptos que reconocemos pero que no han encontrado en nuestra lengua un vocablo específico. En este sentido, cómo olvidarnos de la escocesa tartle, que describe ese incómodo momento de duda cuando estamos presentando una persona a otra y no recordamos alguno de los nombres. Otra de mis favoritas es mamihlapinatapai, una palabra del idioma yagán (perteneciente a una población de Tierra del Fuego), un idioma conocido por ser capaz de expresar de forma muy precisa conceptos muy complejos relacionados con conductas y estados afectivos. Mamihlapinatapai se refiere a la mirada que se produce entre dos personas cuando cada una de ellas está a la espera de que la otra comience una acción que ambos desean, pero que ninguno se anima a iniciar (tal vez, la mirada que precede al beso que ninguno se atreve a dar). Ostenta además el curioso privilegio de estar incluido en el Libro Guinness de los Récords como la palabra más concisa del mundo.
Tampoco nos resulta extraña la definición de jayus, un término indonesio utilizado para hablar de esos chistes que son tan malos y poco graciosos que producen, a pesar del propio chiste, la risa. Sería útil, también, encontrar una versión española de tingo, una palabra de la Isla de Pascua que se refiere al acto de tomar poco a poco prestados todos los objetos del domicilio de un amigo, consiguiendo así robarle de todas sus pertenencias; o para bakku-sham, un vocablo japonés que describe a una mujer que parece hermosa vista desde atrás, pero que decepciona al darse la vuelta.
Terry Pratchett