John Verdon logró un gran éxito de ventas en España gracias a su dos primeras novelas, Sé lo que estás pensando y No abras los ojos, un objetivo que mantiene con la nueva entrega de las aventuras del detective retirado David Gurney.
Deja en paz al diablo continúa unos pocos meses después de No abras los ojos, así que nos encontramos a Gurney recuperándose de unas heridas -que no vamos a detallar para no desvelar demasiado de la trama- y en un estado muy cercano a la depresión de la que su mujer no es capaz de alejar. Es entonces cuando, con cierta desgana, acepta ayudar a la hija de una vieja amiga periodista para supervisar un proyecto sobre las víctimas de un asesino en serie a quien nunca pudieron atrapar… además de ayudar con un ex-novio muy, pero que muy pesado.
A partir de esta premisa, Verdon vuelve a desarrollar un thriller modélico, un turn-pager que dicen los americanos, en el que, como en el resto de sus libros, busca más la emoción de la acción y el trabajo de Gurney que el juego con el lector. Verdon no enseña las cartas ni por un momento buscando alargar lo más posible la incertidumbre y la tensión en el libro que termina con un auténtico espectáculo pirotécnico. El planteamiento, sin embargo, es menos críptico que sus anteriores libros y parece que el autor nos deja adivinar un poco, al menos, de qué se trata todo el asunto, aunque a los lectores ocasionales de este tipo de literatura es posible que les sorprenda por completo.
En resumen, Deja en paz al diablo es un libro perfecto para las tardes de verano, con una intriga bien construida y un personaje principal, David Gurney, modelado con habilidad. No es especialmente original, ni lo pretende, pero sabe mantener sus bazas hasta el final. Interesante.
John Verdon
Deja en paz al diablo